Madrugones por el confort del Aulario

Hoy comienzan los exámenes, días punta en que los alumnos se disputan las 160 mejores plazas que hay en la sala de estudio.
Sala de estudio, la joya de la corona del aulario, el pasado viernes a las 13.30 horas. Completa.
Sala de estudio, la joya de la corona del aulario, el pasado viernes a las 13.30 horas. Completa.
Sala de estudio, la joya de la corona del aulario, el pasado viernes a las 13.30 horas. Completa.
Como dice la canción: «No es lo mismo». Se estudia mejor en una butaca que en una alfombra de pinchos, a no ser que las oposiciones sean a faquir.Hoy comienzan los exámenes, y espacio para que los alumnos de la Universidad de Valladolid estudien no falta; eso sí, entre las más de 2.200 plazas que hay en el conocido y frecuentado Aulario hay competición de madrugones para hacerse con una de las 160 sillas de la sala de estudio. «La llamamos la joya de la corona –nos cuenta uno de los habituales–, a las 7.00 horas ya está casi completa, en época de exámenes claro».

En las otras 20 aulas, que se van abriendo a medida que aumenta la demanda, también se puede estudiar, pero las condiciones no son las mismas. «Hay menos silencio y, en vez de una silla, es un banco de madera en el que casi no tienes espacio, si apoyas la espalda, molestas al de atrás, y si quieres salir, obligas a que se levanten todos los de tu banco», nos cuenta un corro de estudiantes mientras toma café.

Al menos, hay respeto por las normas, «nos salimos fuera a fumar; que sepamos, no se han producido robos, y lo único que molesta es ver a los típicos que se salen a hablar con el móvil en el pasillo, son muchos y cada cinco minutos», cuentan.

30 minutos, no hay más

Son tantos los que quieren acceder a la sala que hay un controlador que cada vez que alguien se ausenta le toma el carné y le da un número, si a los 30 minutos –más otros cinco de rigor– no ha regresado, otro podrá entrar, apartar sus apuntes y apropiarse del espacio con todo el derecho del mundo y sin cargo de conciencia.

Abierto las 24 horas

Además del Aulario, también la ETS de Industriales abre las 24 horas del día. Ambas, eso sí, en periodos muy determinados que suelen coincidir con los exámenes. Para este año está programado que continúen sin cerrar hasta el 16 de febrero.

Después, volverán a la jornada habitual hasta el 14 de mayo, que volverán a abrir 24 horas hasta el 15 de julio. Lo mismo que ocurrirá entre el 20 de agosto y el 14 de septiembre. Al año siguiente, el Rectorado dirá.

En el descansillo

Sonia Sandes. Estudiante gallega, 20 años.

«Que sólo dejen ausentarse 30 minutos en la sala de estudio no está bien, a veces necesitas más tiempo para despejarte y dar un paseo, pero pierdes el sitio. Las aulas son más incómodas».

Rubén del Amo. Estudiante de Industriales, 21 años.

«Problemas de seguridad ya no hay. Antes, por la noche, sí que te podías encontrar con algún personaje que entra por la noche para tomar café en las máquinas, pero hace tiempo que ya no».

María Alcalde. Estudiante de enfermería, 18 años.

«Deberían hacer más salas de estudio, porque a las 7.00 horas se llena y en las aulas no tienes espacio, las sillas son duras y si te levantas tienes que hacer salir a todos los de tu mismo banco».

Carlos Crespo. Estudiante de mecánica, 27 años.

«Deberían dejar entrar también a otros estudiantes de institutos, opositores etc., hay espacio para todos. Y que controlen los 30 minutos siempre, no sólo en época de exámenes».

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