La entrega de la placa de honor de la orden del Mérito Civil a 49 entidades, asociaciones y organismos oficiales que participaron en las labores de rescate tras el accidente del Alvia en julio se ha convertido este sábado en un canto a la "unidad" de España, un gran "ejemplo de solidaridad".

El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha trasladado de una manera efusiva este mensaje al aforo reunido en el compostelano Auditorio de Galicia al indicar que "uno no puede estar al servicio de los demás si no tiene una idea muy clara de lo que es su país".

"Hoy (por este sábado)", ha manifestado al recordar los trabajos que prosiguieron al descarrilamiento de un tren a la altura del barrio de Angrois, en Santiago, "es una de esas ocasiones en las que uno se siente orgulloso de ser español".

García-Margallo ha apelado al discurso del Príncipe Felipe en los premios que llevan su nombre, en Oviedo, y ha reivindicado lo que España significa y puede llegar a ser con la unión de todos "juntos".

"La solidaridad no es una palabra" sin más, ha remarcado, y ha ejemplificado para argumentar que este concepto no es baladí que España es el primer país en trasplante de órganos, posee el tercer sistema de salud más eficiente del mundo, y es elevada la cifra de españoles "ayudando a sus semejantes" en otros lugares del planeta.

Ha rememorado García-Margallo que en su momento contestó a "160 o 170" comunicaciones, vía carta o llamada telefónica, procedentes de gobiernos de los cinco continentes preocupados por el accidente del tren.

Al final de su intervención, ha trasladado al público un mensaje de afecto del Rey Juan Carlos y del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que "lleva a Galicia y a España en la mente y el corazón las 24 horas de los 365 días del año".

La responsable de Fomento, Ana Pastor, ha garantizado que las víctimas de este siniestro ferroviario, que se saldó con 79 muertos y más de 150 heridos, van a sentirse "siempre" acompañadas por "la sociedad española y el Gobierno", y ha confiado en que "encuentren pronto fuerza para levantarse" y seguir el camino.

Este desastre, ha comentado, dejó un "rastro de desconsuelo" y otro de "grandeza de la generosidad humana" con un "arrojo y una entrega sin límites", un "gesto que ha recorrido el mundo" por lo que este es un homenaje a la "autenticidad" y la "humanidad" hacia "héroes anónimos" que se "armaron de valor para dar aliento".

El jefe del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, ha dicho que Galicia sintió "el amparo" de toda España, algo "que nos hizo más resistentes ante el infortunio", y, así, ha reconocido a "esta gran nación que moviliza sentimientos y recursos".

El trabajo de los vecinos de Angrois "impulsados por la voluntad de servicio a los demás" es imborrable, ha apuntado, y ha subrayado que "Angrois es un lugar, pero sobre todo es un sentimiento. En Angrois se resume Galicia, porque repartidos por toda Galicia hay muchos Angrois dispuestos a responder de la misma manera".

La labor cívica, ha proseguido, ha sido "admirable" y en ella se ha superado el cansancio, se ha doblegado el dolor y se ha vulnerado el miedo.

Pero, ha añadido, "si loable es la instantánea reacción vecinal" produce además "legítimo orgullo la actuación coordinada, eficaz y resolutiva de los servicios públicos aunados en un objetivo común".

"Gratitud inolvidable", ha profesado Núñez Feijóo con la voz resquebrajada, hacia una gesta "patente en la vidas que se salvaron, en los heridos que se socorrieron y en las víctimas que se consolaron".

En una referencia a la investigación judicial, ha garantizado que el Gobierno de España y el suyo quieren "saber todo lo que ha ocurrido".

El alcalde compostelano, Ángel Currás, ha recalcado que Galicia mostró ese 24 de julio su "más generosa y humana disposición ética".

La entrega de estas distinciones, propuestas por el Ministerio de Fomento y aceptadas por el de Asuntos Exteriores y Cooperación, dio comienzo en el Auditorio de Galicia con un minuto de silencio por todas las víctimas del accidente.

Al presidente de la asociación de vecinos de este barrio, Xoán Puga, le ha correspondido el momento más emotivo del acto, al traer a la memoria aquella ayuda y pedir a los gobernantes que no se "olviden" de los afectados.