La Consejería de Fomento inicia desde este viernes la III Campaña de Seguridad de Instalaciones de Gas de cara al invierno, con el objetivo de sensibilizar y promover el buen uso y el mantenimiento de las instalaciones y los aparatos de gas en los hogares, además de "reducir a cero el número de accidentes con daños personales".

Así lo ha explicado en declaraciones a los medios la consejera de Fomento, Marta García de la Calzada, tras una clase práctica divulgativa en el Centro de Formación de Instaladores de ASETIFE, en Toledo, en donde se ha informado de que la empresa distribuidora realiza la inspección periódica de las instalaciones receptoras cada cinco años y de que el mantenimiento debe ser anual cuando las instalaciones de gas canalizado y de aparatos domésticos funcionan con gas y una potencia superior a 70 kilovatios.

La consejera de Fomento ha explicado que el objetivo es garantizar la seguridad y hacer una campaña de sensibilización y de conocimiento para que "todos los usuarios que cuenten con instalaciones de gas en sus domicilios puedan o estén al tanto de los posibles riesgos y de la importancia de la inspección y mantenimiento de las instalaciones".

A este respecto, Marta García de la Calzada, que ha informado de que en Castilla-La Mancha hay 265.000 usuarios de gas canalizado, una cifra, a su juicio, "muy importante y que posiblemente se ampliará conforme se concreten los proyectos de las empresas gasistas de expansión", ha explicado que "aunque es cierto que el número de incidentes es pequeño" desde la Consejería de Fomento quiere alcanzar "el objetivo cero de accidentes, especialmente con daños personales".

Asimismo, la consejera ha puesto "el acento" en la necesidad de la cualificación técnica de todos aquellos profesionales que llevan a cabo las labores de mantenimiento y seguimiento. "Es fundamental esa cualificación técnica y ese conocimiento técnico que les permiten la acreditación para poder desarrollar su función y conseguir la seguridad en el uso de este tipo de instalaciones".

Finalmente, la consejera ha informado de que la campaña informativa se va desarrollar a través de "cuñas de radio, folletos informativos y de imanes", un formato que, según ha comentado, "permitirá a los ciudadanos, consumidores y usuarios obtener consejos prácticos sobre el buen uso de sus instalaciones y de la necesidad de inspección y mantenimiento".

"las llamas anaranjadas son por mala combustión".

Por su parte, Alberto Hernández, técnico cualificado para el mantenimiento, ha llevado a cabo una simulación y explicación del estado de la combustión en las instalaciones de gas. De esta manera, mediante un ejemplo práctico en una cocina, ha demostrado que "una buena combustión será cuando la llama es azul, estable, con la misma longitud y la misma estabilidad".

NO obstante, la combustión "no higiénica" es aquella que presenta llamas con "demasiado color amarillo o anaranjado". "Es fruto de un mal mantenimiento, mala limpieza o derrame y tiene una llama superior, donde todo el gas no se está quemando y se produce un monóxido de carbono, enemigo número uno". En el caso de las calderas o calentadores, ha añadido, "el problema es que no se ven las llama por lo que es importante el mantenimiento".

De otro lado y en relación a la revisión, el profesionales ha informado de los requisitos que se deben cumplir. Así pues, ha insistido en que el consumidor siempre debe recibir un aviso por parte de su empresa distribuidora anunciándole la próxima inspección, el técnico que se persone debe llevar la acreditación correspondiente de su empresa, nunca se debe pagar en efectivo —ya que el importe de la inspección se incluye en la factura— y se debe recibir un certificado como resultado de la inspección.

En cuanto a los consejos dirigidos a los usuarios, ha informado de que no se deben de obstruir las rejillas o salidas de ventilación en ningún caso, se debe vigilar que la combustión sea correcta, si percibe olor a gas se debe proceder de inmediato a cerrar la llave general del gas y a la apertura de las ventanas, sin producir llamas, chispas ni accionar interruptores eléctricos, además de llamar al servicio de urgencias.

También hay que evitar derrames de líquidos y corrientes de aire que puedan apagar la llama, tanto en la cocina como en el calentador. En las instalaciones de butano/propano, hay que vigilar el buen estado del regulador y del tubo flexible, así como su caducidad. Asimismo, no se deben almacenar las botellas de gas en locales cerrados ni en zonas próximas a altas temperaturas y la botella en uso debe estar en un habitáculo aireado, no hermético.

Finalmente, se debe revisar las chimeneas de los edificios y los conductos de evacuación de los gases de la combustión, ya que la salida de humos puede estar obstruida por nidos, hojas, ramas u obras mal ejecutadas y para mayor seguridad, se puede instalar una alarma que corte automáticamente el suministro de gas.