El vacío legal que hasta ahora ha existido con respecto a la normativa por la que se debían regir las sedes festeras y que ha causado innumerables conflictos entre vecinos y falleros ha pasado ya a la historia.

La totalidad de los 385 casales de la ciudad se han acogido ya a una de las tres tipologías (A, B o C) que desarrolló la Conselleria de Gobernación para este tipo de locales y que marcan las actividades que se pueden desarrollar con arreglo a la opción elegida. Todos ellos tienen puesta ya junto a la entrada una placa que lo indica.

En este sentido, según han informado a 20 minutos fuentes de la Concejalía de Fiestas, dos fallas se han decantado por la licencia de tipo C. Esto significa que estas dos comisiones se regirán por la ley de espectáculos en cuanto a medidas de seguridad e insonorización, pero también en cuanto a horarios, es decir, que podrán cerrar a las 3.30 horas, al igual que cualquier pub.

Los 383 casales restantes se han decantado por la licencia de tipo B, lo que implica que no serán abiertos a la pública concurrencia y que pueden realizar actividades lúdicas y de ocio dirigidas a los miembros de la comisión y a invitados. En este caso, sus horarios  los marca el Ayuntamiento y será el mismo que el de los bares, es decir, deberán cerrar a la 1.30 horas, salvo la semana fallera, que se regirán por el bando de Fallas.

La crisis y la subida del IVA hasta el 21% han provocado que el presupuesto para los monumentos falleros de las próximas fiestas se haya desplomado un 15% con respecto a las pasadas. Así, las comisiones han declarado un gasto de 6,7 millones de euros por los 7,7 millones que costaron en marzo de 2013. El PP votó hace escasos días en contra de bajar el IVA.