Jaoui ofrece una visión de la vida "de cuento" en 'Au bout du conte', su primera incursión en el festival

La actriz y cineasta francesa Agnès Jaoui traslada una visión de la vida "de cuento" en su último largometraje, 'Au bout du conte' ('Al final del cuento'), presentado este jueves en la Sección Oficial de la 58 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) y que ha sido recibido con ovación por el público.
Jaoui (drcha) presenta 'Al final del cuento' en la Seminci
Jaoui (drcha) presenta 'Al final del cuento' en la Seminci
EUROPA PRESS
Jaoui (drcha) presenta 'Al final del cuento' en la Seminci

En la presentación posterior a la proyección la directora, que interpreta también a uno de los personajes de la cinta, ha reconocido que la suya, frente a la que traslada, por ejemplo, el cine norteamericano, es una visión distinta de la vida que, de alguna manera, expresa sus dudas sobre la posibilidad, por ejemplo, de querer a una sola persona toda la vida.

Su película, con estética, trama y personajes de cuento, no tiene mucho que ver, en este sentido, con el cine de Hollywood, en el que todo es "blanco o negro", en el que "sólo hay dos formas de ser": 'Al final del cuento', frente a ello, trata de demostrar "que hay muchas formas de ser y amar" y, además, que "no hay una mejor que otra".

Con esta premisa, Jaoui crea una historia protagonizada por Laura, una joven de 24 años nacida en una familia de clase alta que espera ansiosa la llegada de un príncipe azul a su vida, deseo fomentado por el seguimiento de todo tipo de creencias parapsicológicas que le hacen hasta soñar con el momento del encuentro con su futuro amado.

Tanto es así que, cuando acude a un baile y encuentra a un joven que es señalado por una estatua, cree haber encontrado al hombre de su vida; pero Sandro tiene que abandonar rápidamente el baile, a medianoche cual Cenicienta, para ir a buscar a su madre a la salida del trabajo.

El zapato de sandro...

De camino pierde un zapato que es custodiado por Laura, quien tiene en su tía Marianna, actriz y creadora de un montaje teatral infantil, uno de sus principales apoyos, como en ella lo tiene su prima Nina, quien padece un importante problema en la piel desde la desaparición de sus padres.

El trabajo de Sandro como encuestador en la calle favorece un nuevo encuentro con Laura, de quien se hace inseparable a partir de ese momento pese al dolor de su amiga Clemence, con quien toca y estudia en el Conservatorio.

Entre las historias familiares que rodean a los dos jóvenes está la de los padres de Laura, ella obsesionada por la estética y él un empresario de ética dudosa, y los de Sandro: Pierre ha rehecho su vida con otra mujer pero espera con agonía el cumplimiento de un augurio conocido desde hace años: que el 14 de marzo moriría.

Así, mientras Sandro y Laura disfrutan a su relación a una velocidad vertiginosa, aparece en escena Maxime, un crítico musical vecino de Marianne a quien Laura conoce de forma casual y que le atrae desde el primer momento: ese en que, con tan sólo mirarla, ella cree que hay amor.

La ruptura con Laura y Sandro y su posterior desengaño con Maxime, la entrada de éste último en la vida del joven músico, a quien le ofrece una oportunidad increíble que le obliga a renunciar a uno de sus mejores amigos, y la relación laboral (y confesional) de Pierre y Marianne, unidos por dos miedos, van dando forma a una historia de cuento aderezada con humor, música y con rincones de París.

La "contradicción"

La idea de la película surgió, tal y como ha reconocido la propia directora, de un descubrimiento hecho hace tiempo: que frente al feminismo de sus padres, ella había estado tiempo esperando la llegada del príncipe azul. "Me parecía una contradicción supergrande", ha confesado a la vez que ha reconocido que, desde que se escribieron los cuentos clásicos, la sociedad "ha cambiado mucho".

De alguna manera todos los personajes de la película tienen un papel de cuento, y lo mismo ocurre con el "malo", interpretado por el cantante francés Benjamin Biolay, con quien ya actuó en una película y que es un "lobo" también en la realidad: "te mira y tienes más calor de repente"; frente a él, el personaje que ella interpreta, Marianna, transmite la feminidad, como en cualquier cuento de hadas que se precie.

Frente a ellos, especialmente en el caso de Laura, se abre una encrucijada: tomar el camino de los pinos o el de las hojas, uno más fácil y otro más difícil, aunque en cualquier caso el aprendizaje, según ha considerado, procede de las equivocaciones e incluso de la toma del camino equivocado.

Las creencias es otro de los temas que aborda la película: tanto en los casos de Marianna y Laura como en el de Nina, quien con muy pocos años pasa el tiempo leyendo la Biblia; este tema despierta gran interés en la directora, quien ha defendido la importancia e lo irracional "más allá de lo científico", las creencias, que ayudan a muchas personas.

Respecto a su metodología de trabajo, compartida con su pareja, Jean-Pierre Bacri, intérprete de Pierre, la cineasta ha explicado que a la hora de afrontar un nuevo guión, como sucede en la actualidad, se sientan a pensar el tema sobre el que hablar y los actores y, a continuación, construyen la historia para, a los siete y ocho meses, comenzar con los diálogos.

La directora

Agnès Jaoui nació en 1964 en la ciudad de Antony (Altos del Sena, Francia), se crió en París y desde muy pequeña quiso ser actriz; por ello asistió a una prestigiosa escuela dramática en la que conoció a Jean-Pierre Bacri, con quien ha colaborado intensamente como coguionista desde 1987.

Hija de emigrantes judeo-tunecinos, también se interesó desde muy temprana edad por la música y estudió canto cuando era adolescente; en 2005 actuó en varios locales de Francia con intérpretes amigos suyos de Cuba, Bolivia y Argentina; fruto de esa experiencia en 2006 se publicó un álbum titulado 'Canta'.

Comenzó su carrera como actriz en los años 80 y ha participado en largometrajes como 'Como en las mejores familias' (Cédric Klapisch, 1996) y 'On connaît la chanson' (Alain Resnais, 1997), que le valieron sendos Premios César al Mejor Guión. En el año 2000 dio el salto a la dirección con el largometraje 'Para todos los gustos', que se alzó con los Premios César a la Mejor Película y al Mejor Guión, además de ser nominada al Oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa.

Su segunda película llegó en 2004, 'Como una imagen', y cuatro años después estrenó 'Háblame de la lluvia'. 'Au bout du conte' es su cuarto largometraje.

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