Buscar la felicidad a cualquier precio

Tomas Gayo debuta como director con ‘La madre vigila tus sueños’, un drama en tono de comedia negra con la violencia familiar como telón de fondo.
La primera producción dramática de Tomás Gayo es una truculenta historia de amor y soledad. (ARCHIVO)
La primera producción dramática de Tomás Gayo es una truculenta historia de amor y soledad. (ARCHIVO)
La primera producción dramática de Tomás Gayo es una truculenta historia de amor y soledad. (ARCHIVO)
«Detenido un joven por violar varias veces a su madre paralítica». Éste es el titular que leyó hace años en un periódico el actor y productor Tomás Gayo. En ese suceso real se basó para llevar a escena la historia de cuatro personajes marcados por la soledad. Una madre paralítica, su hijo que vive con ella y encierra un oscuro pasado, una asistente social ex prostituta que la cuida y un viejo actor, vecino de la familia. Si a esto se le suman altas dosis de crudeza y violencia, aunque también golpes de humor negro e ironía, da como resultado la obra La madre vigila tus sueños, con la que el actor debuta como director teatral con su propia compañía, Producciones Tomás Gayo. La obra, que se estrenó a principios de mes en Zaragoza, llega este fin de semana a Dos Hermanas.

La madre vigila tus sueños cuenta el drama familiar de un hijo drogadicto que abusa de su madre alcohólica. La tragedia se desata cuando la madre decide revelar las violaciones a las que se ve sometida. «Son cuatro personajes en busca del amor con un mismo objeto de deseo, el hijo», explica Gayo. Son personajes que buscan la felicidad a cualquier precio.

* Teatro Municipal de Dos Hermanas. C/ Virgen de Valme, s/n. Mañana, a las 21.15 h. 6 1.

«Una obra de actores»

Para el director estamos ante «una obra de actores» en toda regla, debido a la profundidad de los personajes. Este espectáculo coral está protagonizado por cuatro actores conocidos por sus trabajos en televisión: Ana Wagener (El Grupo), Carmen Conesa (Chicas de hoy en día), Juan Díaz (Aquí no hay quien viva) y Mariano Peña (Aída). Ana Wagener opina que en la obra «no hay personajes buenos ni malos, cada uno tiene su circunstancia e intenta sobrevivir».

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