Mohamed envía a su hijo al cole "un día sí, otro no". El niño solo aparece por clase cuando su padre consigue dinero para pagar los cuatro euros del comedor escolar. Sin becas y sin trabajo, en Ribera de Cabanes —municipio entre Oropesa y Torreblanca (Castellón)— hay otras diez familias en idéntica situación, abocadas al absentismo escolar por la pobreza. "Estamos demasiado lejos del colegio para ir a buscarlos a mediodía. Hemos hablado con la directora, con el Ayuntamiento y nada... Para los niños no hay dinero", se lamenta Mohamed.

La crisis ha conllevado la disminución, sino la desaparición, de las becas de comedor escolar en los presupuestos de casi todas las Consejerías de Educación. Con una pobreza infantil que afecta al 27% de los niños en España, los ayuntamientos y, cada vez más, las ONG están haciéndose cargo de las ayudas al comedor escolar.

"¿Quién nos lo iba a decir hace cinco años? Este país ha eliminado los derechos y ya solo hay dos clases de personas, las que tienen capacidad económica y las que se ven abocadas a la beneficencia, como en la España de hace un siglo", se lamenta José Luis Pazos, de la Fapa Giner de los Ríos de Madrid.

En su Comunidad, hace tres cursos eran 121.330 los alumnos que recibían beca de comedor, una partida presupuestaria que se canceló hace dos años y se sustituyó por ayudas para la reducción de cuotas. No hay ni una beca por el 100% del comedor. Los que menos pagan, las rentas de inserción, tienen que abonar 1,20 euros al día.

En Cataluña, por su parte, han calculado que este curso 25.000 niños verán denegada la solicitud de beca de comedor, según Fapac. "Es un déficit importante que ahora lo están cubriendo los Ayuntamientos, si no están arruinados, y el tercer sector (las ONG)", reconoce Álex Castillo, presidente de la federación catalana de padres de alumnos.

Lo cierto es que varias ONG y fundaciones cuentan con programas específicamente destinados a paliar la falta de becas para el comedor escolar. Es el caso de Educo, que ha puesto en marcha una campaña con la que espera ofrecer 20.000 becas de comedor escolar para combatir la malnutrición infantil. Las ayudas, que irán destinadas a familias que no pueden cubrir el coste de alimentar a sus hijos debido a la situación económica familiar, procederán de donativos de particulares.

En su presentación, la responsable de sensibilización de la organización, Clarisa Giamelo, recordaba que "está demostrado que una mala alimentación repercute en los resultados escolares de los niños y, por tanto, en sus oportunidades de futuro".

Tambien la Fundación Probitas, en Cataluña, pretende duplicar este curso las 1.114 becas de comedor concedidas a familias con necesidades especiales el año pasado. "Pusimos en marcha el proyecto en 2012 para evitar la malnutrición infantil", explican en Probitas, "destinamos 419.818 euros al comedor de niños que viven en las áreas más vulnerables de las ciudades. Eran casos detectados por los propios directores de los colegios. Muchas de las familias no estaban en el radar de los Servicios Sociales porque no piden ayuda por miedo a que les quiten a los niños. Pero, una vez contrastada la situación familiar, vimos que necesitaban beca de comedor", explican.

Paliar la malnutrición infantil es también el objetivo de campañas como el programa de meriendas y apoyo escolar de Cruz Roja o el de la Fundación La Caixa, que, gracias a donativos particulares, persigue que ningún niño se quede sin desayunar.

Mohamed, el padre de Castellón, explica que ningún ayuntamiento se ha brindado a ayudarles. Alegan falta de dinero. Ellos aún no ha contactado con ninguna ONG porque no saben "dónde llamar, ni a donde acudir". Mientras, su hijo solo va al colegio "un día sí y otro no".