Galicia importa la técnica del 'helimulching' para sanar los suelos incendiados

  • Esta técnica consiste en lanzar paja desde un helicóptero formando una cubierta que proteja el suelo de la erosión provocada por las lluvias.
  • En EE UU lleva utilizándose unos siete años y se aplica sólo en entre el 5 y el 15% de la superficie quemada, en zonas de elevada pendiente.
  • Galicia encabeza este año la lista de zonas afectadas por el fuego, con 3.246 siniestros y 16.246 hectáreas afectadas.
Un helicóptero sobrevuela una zona incendiada cercana al pueblo de A Veiga de Cascallá, desalojado a causa del incendio iniciado en O Barco de Valdeorras (Ourense).
Un helicóptero sobrevuela una zona incendiada cercana al pueblo de A Veiga de Cascallá, desalojado a causa del incendio iniciado en O Barco de Valdeorras (Ourense).
EFE
Un helicóptero sobrevuela una zona incendiada cercana al pueblo de A Veiga de Cascallá, desalojado a causa del incendio iniciado en O Barco de Valdeorras (Ourense).

Galicia se ha convertido en la primera comunidad española en beneficiarse del "helimulching", una técnica pionera en España que consiste en arrojar paja de trigo desde un helicóptero, para proteger el suelo de la erosión sufrida tras los incendios.

El método, aplicado recientemente en las zonas boscosas de Porto Son y Carnota, en A Coruña, tiene "muchas ventajas" y logra reducir la erosión en un "90% o más", según ha explicado el ingeniero de montes José Antonio Vega, director del Centro de Investigación Forestal de Lourizán (Pontevedra).

Desde 2010, Vega ha dirigido los primeras pruebas que se han llevado a cabo en España con esta técnica procedente de EE UU, donde comenzó a emplearse hace unos 7 años, y que Portugal y Grecia han experimentado este año.

La palabra, de origen anglosajón, es la suma de dos: helicóptero (heli) y mulching (acción de extender una cama vegetal), pero, según Vega, "no hay manera" de encontrar un término sencillo y equivalente en español.

Es un técnica buena para poder actuar en superficies grandes y obtener una cobertura rápida del suelo quemado, y ésta, explica Vega, es la clave para reducir la erosión y también prevenir las escorrentías y las posibles riadas.

"A veces la gente dice que hay que sembrar, y todo eso está muy bien, pero para una segunda etapa", y cuando tiene lugar un incendio sobre todo en climas como el de Galicia, donde llueve mucho en otoño es fundamental contar cuanto antes con una cubierta del suelo, para que no se pierda luego con las lluvias, defiende.

El "mulching" no puede aplicarse en toda la extensión del incendio, ni es necesario tampoco, sólo en aproximadamente un 5 y un 15%  de la zona quemada, lo que supone que hay que "disparar bien porque es un método caro", y hay que garantizar el éxito en el sentido de que estén bien pensado en que zona se llevará a cabo.

Tiene que ser de elevada pendiente y que haya sufrido una alta severidad por el fuego, además se tiene en cuenta su proximidad a núcleos de población, cauces de ríos, espacios naturales protegidos y zonas de marisqueo.

El coste, reconoce Vega, es alto pero los beneficios son muy elevados: "El suelo es un bien que tarda miles de años en crearse y no lo podemos perder en pocas semanas".

Vega agradece que la administración gallega en este caso haya sido receptiva y haya tenido la sensibilidad para comprender que esta técnica es buena para la comunidad, un lugar "muy castigado por los incendios".

Según los últimos datos ofrecidos por el Gobierno sobre fuegos, Galicia encabeza este año la lista, con 3.246 siniestros y 16.246 hectáreas afectadas, seguida muy de lejos por Castilla y León, con 1.106 incendios y 10.923 hectáreas.

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