El consejero de Educación, Cultura y Deporte, Luciano Alonso, ha anunciado este jueves que su departamento analizará "minuciosamente" el dictamen del proyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) aprobado en solitario por el PP en el Congreso de los Diputados y estudiará la posibilidad de recurrir al Tribunal Constitucional (TC) por considerar que la norma, pendiente de su aprobación definitiva tras pasar por el Senado, "va contra la igualdad de oportunidades" y puede "vulnerar derechos universales como el de la educación".

En un comunicado, Alonso ha rechazado la aprobación "en solitario" de la LOMCE por "atentar a la calidad de nuestro sistema educativo e ir radicalmente en contra de la igualdad de oportunidades" y ha lamentado que "Rajoy siga haciendo oídos sordos y dando la espalda a la sociedad" para lograr "un solo mérito: aprobar una ley con el máximo consenso en contra de todos los partidos políticos".

"Nunca una Ley gozó de más rechazo en una materia que necesita de máxima estabilidad como la educación, la respuesta de toda la Cámara salvo el PP da muestras de ello", ha añadido el titular andaluz de Educación, que se ha mostrado convencido de que "la soledad del PP será contestada con clamor social sin precedentes".

En su opinión, se trata de una ley que se ha hecho "de espaldas al profesorado y a la sociedad y que representa sin duda la puerta de entrada a un nuevo modelo social elitista y piramidal frente a un modelo de sociedad basado en la igualdad y la cohesión social".

En este sentido, Alonso ha subrayado que el modelo educativo contemplado en la LOMCE supone una ruptura del modelo educativo actual que persigue la calidad y la equidad y un serio retroceso en muchos de los avances sociales logrados a través del actual modelo de educación, una vuelta al pasado más rancio y conservador de etapas afortunadamente superadas en la actual sociedad del conocimiento y de la participación democrática".

"superar la lomce con respeto a la legislación básica"

A juicio del consejero, "las medidas adoptadas por el Ministerio de Educación en esta legislatura están debilitando la educación pública y ocasionando un deterioro palpable en la calidad de la enseñanza y en la equidad y ahora la LOMCE va a servir de marco normativo que legitime su actuación", por lo que la Junta pretende "superar la LOMCE, desde el más absoluto respeto a la legislación básica que se imponga".

En este sentido, Alonso ha avanzado que, "haciendo uso del margen que nos proporcionan nuestras competencias autonómicas mantendremos los principios básicos que se contemplan en nuestra Ley de Educación de Andalucía (LEA), que nos permitirá continuar desarrollando una educación mas justa, solidaria, equitativa y respetuosa con el servicio público que es la enseñanza, es decir, una escuela inclusiva que atiende a las diferencias y potencie la cohesión social frente a la exclusión que propugna la LOMCE".

Para ello, la Consejería de Educación analizará "minuciosamente el texto de la LOMCE y recurrirá al TC aquellos artículos que puedan atentar contra la igualdad de oportunidades o el uso mercantilista de la educación", al tiempo que estudiará "detenidamente aquellos aspectos que no sean de obligado cumplimiento para impedir que se atente contra el desarrollo de la educación".

Así, frente al intento de la LOMCE de "permitir la financiación con dinero público de los colegios que practican la segregación por razón de género en contra de la sentencia del Tribunal Supremo", Alonso ha anunciado que la Junta "no lo va a permitir y por tanto no va a concertar con los centros que segregan" porque está "convencida de la doctrina del TS y del efecto positivo que tiene la coeducación en nuestros niños".

Igualmente, ha dejado claro que la Junta "utilizará el margen que proporcionan las competencias autonómicas en educación para minimizar los efectos negativos de la LOMCE", de forma que "se seguirá impartiendo la asignatura de Educación para la Ciudadanía porque queremos ciudadanos y ciudadanas del futuro que sean tolerantes, solidarios, participativos, respetuosos con la diferencia". "En definitiva que sean ciudadanos europeos y, si me permiten la expresión, ciudadanos del mundo", ha concluido.