El titular de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha reprochado a la comisaria de pesca, Maria Damanaki, sus palabras acerca de los 21 buques cefalopoderos que se han quedado fuera del acuerdo pesquero con Mauritania, ratificado esta semana en el pleno de la Eurocámara.

"Es una falta de respeto a las casi cien familias que trabajan en esas compañías, que se ven afectadas por un convenio del que España no sacó lo que tenía que sacar y Galicia salió claramente perjudicada", ha destacado a preguntas de los periodistas en la rueda de prensa posterior al Consello, después de hacer hincapié en que este protocolo "viene del Gobierno socialista anterior".

Damanaki, después de que una amplia mayoría del Parlamento Europeo aprobase el texto firmado entre la Unión Europea y las autoridades mauritanas, restó importancia a la afección para la Comunidad gallega al indicar que se trata "solo de 12 buques y una región afectada" y se centró en valorar lo beneficioso del acuerdo para el resto de la flota.

En concreto, son 21 barcos los que no podrán ir a faenar a aquellos caladeros, pese a que informes científicos avalaron el buen estado de la población de pulpo en esas aguas. Únicamente uno de ellos tiene puerto base en Galicia, 17 lo tienen en Canarias, dos en Andalucía y uno en Ceuta, aunque la mayoría de ellos son de capital y tripulación gallega.

Núñez Feijóo ha garantizado que el Ejecutivo autonómico seguirá "trabajando en eso", con la vista puesta en "reiniciar la negociación de un nuevo convenio con Mauritania" —el actual estará vigente hasta finales de 2014— y en, "mientras esto no ocurra", buscar "nuevos acuerdos y caladeros para la flota gallega".

Con todo, el presidente gallego ha recordado que hay "nueve barcos" de Galicia cuyas capacidades de pesca "quedaron mejoradas" tras cambios introducidos en el protocolo.

Críticas al partido socialista

Ha insistido, como ya afirmó la Consellería do Mar desde el pasado martes, en que se hicieron "muchas gestiones", junto al Ministerio de Agricultura —que se "alineó" con las propuestas de Galicia—, pero "no fue posible alcanzar" una modificación "total" del convenio, hecho que ha lamentado "porque perjudica a Galicia". "Era un mal acuerdo que España negoció mal y que había que renegociarlo", ha reiterado.

En este sentido, por último, ha incidido en que los eurodiputados españoles del Partido Popular europeo "votaron todos a favor de modificar ese convenio" pero criticó que "no fue así lo mismo en otro partido, en este caso en el Partido Socialista".