El peatón atropellado mortalmente en Tablada "irrumpió" en la calzada en una zona sin paso de cebra

No obstante, y como causa secundaria, la Policía apunta a un exceso de velocidad de la motocicleta

La Policía Local de Sevilla considera que el atropello de una motocicleta a un peatón ocurrido el pasado dos de septiembre en la avenida Juan Pablo II, a consecuencia del cual fallecieron tanto la conductora de la moto como el peatón, tuvo como "causa principal" la irrupción de éste en la calzada, "interponiéndose en la trayectoria de la moto, al cruzar la vía por una zona no habilitada para el paso de peatones".

En la ampliación de atestado elevada esta semana al Juzgado de Instrucción de Sevilla que investiga el caso, consultada por Europa Press, la Policía Local considera que esa pudo ser la "causa principal" del fatal suceso en el que perdieron la vida tanto la motorista, de 40 años, como el peatón, de 80 años, quien cruzó por una zona sin paso de cebra y donde la conductora "goza de prioridad de paso, tal y como establece el Reglamento General de la Circulación".

No obstante, y como causa "secundaria", la Policía alude a la velocidad de la moto, pues "aunque en el caso de los resultados obtenidos para las velocidades mínimas se aproximan al límite permitido aunque superándolo, en el caso de las velocidades máximas se sobrepasa los 60 kilómetros por hora".

En este sentido, concluye que la motorista circulaba a una velocidad de entre 51,37 y 66,02 kilómetros por hora, superior en todo caso a la velocidad máxima permitida en casco urbano, que es de 50 kilómetros por hora, dice la Policía en el atestado al que ha tenido acceso Europa Press.

De igual modo, la Policía Local señala, respecto a la "falta de reacción" por parte de la conductora, que la misma "pudo deberse a distintas circunstancias", todo ello "teniendo en cuenta que no hay ninguna información sobre algún posible obstáculo que influyese en la visibilidad de ambos implicados".

Así, y dentro de las "muchas posibilidades o hipótesis", apunta en primer lugar a "una falta de atención a la conducción de la conductora de la motocicleta, que le hizo no reaccionar ante la presencia del peatón, que tuvo que cruzar previamente al lugar del atropello tres carriles de circulación", añadiendo que "la visibilidad de la conductora sí estaría algo disminuida por el casco integral".

No había huella de frenada

En segundo lugar, alude a una posible maniobra del peatón "repentina y no esperada" por la conductora, "que aunque consciente de la presencia del peatón, le hiciese pensar que no iba a cruzar hasta que pasara la moto", una maniobra que "podría consistir en haberse detenido y reanudar repentinamente la marcha o, como manifiesta un testigo, aligerar el paso en vez de detenerse y dejar pasar la moto".

Como última posibilidad de la falta de reacción de la motorista, alguno de cuyos herederos está representado por el abogado Andrés Avelino Romero, apunta que hubieran combinado las dos anteriores, "uniendo a una falta de atención a la conducción o distracción de la conductora una maniobra repentina e inesperada del peatón".

En el atestado, la Policía llama la atención sobre el hecho de que, en la zona, no hubiera huella de frenada, lo que indica que "prácticamente no hubo reacción de la motorista ante la presencia del peatón, tan sólo una posible maniobra de esquiva hacia la derecha, haciendo muy próximos, casi coincidentes, el punto de percepción real con el punto de colisión".

Según la Policía Local, la colisión con la moto hizo que el peatón saliera despedido hasta una distancia aproximada de entre 18 y 20,60 metros.

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