La nueva ley del suelo "simplifica" la tramitación urbanística e incorpora novedades como la creación de la figura del "planeamiento básico" para los ayuntamientos de menos de menos de 5.000 habitantes —un 64 por ciento del total (202)—, que, además, se ofrece a realizar la Xunta. Asimismo, ampliará las competencias de los ayuntamientos para dar licencias en suelo rústico.

"Le damos una enorme importancia estructural a este texto; es uno de los más importantes de la legislatura", ha sentenciado en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien ha explicado los puntos fundamentales de la norma acompañado por el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández.

Ambos han incidido en que el reto último es que "ningún ayuntamiento esté sin planeamiento urbanístico" y que la "inmensa mayoría", sino los 314, finalicen la legislatura con una norma de este tipo. A día de hoy, pese a las exigencias de la ley actual, sólo 70 municipios gallegos cuentan con un plan general de ordenación municipal (PGOM).

En cuanto a los de tamaño más reducido, con mayores dificultades para cumplir, Feijóo ha insistido en que la Xunta les ofrece "desde ya" la posibilidad de asumir la realización de su planeamiento básico y ha explicado que de los 202 municipios de menos de 5.000 habitantes que hay en la comunidad, más de la mitad —110— no cuentan con un plan.

Al margen de asumir "con medios técnicos y económicos" de la Xunta el planeamiento de estos ayuntamientos, si lo consideran oportuno y con la "responsabilidad política" que supone dar este paso, Feijóo también ha incidido en que la nueva ley "simplificará" los trámites con el objetivo de que un plan pueda estar listo "en tres años" cuando actualmente ronda los seis.