El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha afirmado ante destacados representantes de las empresas vascas implantadas en EE.UU. la "oportunidad" que abre al mundo económico "la posibilidad de la paz definitiva en el inmediato futuro" y se ha mostrado convencido, ante "unos de los que han sido principales sufridores del terrorismo", de que ETA "ha sido un lastre para la imagen exterior" de Euskadi.

Urkullu ha iniciado su agenda oficial a EE.UU. con un encuentro con los representantes de 18 de la 60 empresas vascas que en la actualidad se encuentran implantadas en Norteamérica, a las que ha expuesto la Estrategia de internacionalización integral del Gobierno vasco-Basque Country y les ha invitado a expresar sus iniciativas para lograr una mejor salida al exterior del tejido productivo vasco.

En una mesa redonda, en la que también han estado presentes la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, y el viceconsejero Juan Ignacio Motiloa, se han sentado directivos de Aernnova, CAF, Elecnor, Elektra, Etxe-Tar, Fagor Automoción, Gamesa, Gestamp, Danobat, Iberdrola, IFC, Ingeteam, Lointek, Mondragon, Ormazabal/Velatia, Salto Systemes, Sener y Tubacex.

El lehendakari ha aludido a la actual coyuntura de Euskadi, de la que ha destacado "luces y sombras" de la vida social, económica, política e institucional. Entre los elementos esperanzadores, ha resaltado "la oportunidad de la paz", convencido de que "el terrorismo en Euskadi", además de haber sido "un lastre humano", ha constituido "un lastre para la imagen exterior y para las oportunidades económicas de Euskadi".

A su juicio, ante esas "luces" se afronta el futuro "con una nueva esperanza e ilusión, también en lo que afecta al mundo económico, uno de los principales sufridores del efecto del terrorismo: la oportunidad de paz definitiva en el inmediato futuro".

El presidente vasco ha aludido también a "las sombras" que permanecen sobre el devenir económico de Euskadi y el elevado desempleo existente en la Comunidad Autónoma. No obstante, ha considerado que "se puede estar tocando fondo" y ha afirmado que 2014 "puede ser mejor", pese a constituir un ejercicio "complicado".

"Este año podemos salir de la recesión y 2014 el que comencemos a crecer, no con la pujanza suficiente para generar el suficiente empleo y a contener el desempleo que todavía estamos sufriendo", ha dicho.

El año 2015 será, según el máximo responsable del Ejecutivo autónomo, el que registre un crecimiento del PIB suficiente para generar puestos de trabajo.

Entre los indicadores "positivos" que le hacen albergar esta esperanza ha destacado la disciplina presupuestaria y la consolidación fiscal, la buena evolución de la recaudación, así como el hecho de que 2013 sea un "año récord" en exportaciones.

"Son indicadores positivos que nos hacer ver esa luz ante las sombras que es la crisis económica y la afección al desempleo", ha añadido.

El lehendakari ha animado a los representantes empresariales presentes en el encuentro a trasladar sus "experiencias" con el objetivo de que éstas contribuyan a "alumbrar la internacionalización" de las pymes vascas. "Si hay algo que nos une, además de ser vascos, es la internacionalización de Euskadi", ha dicho.

TAPIA

Por su parte, la consejera de Competitividad, Arantza Tapia, ha defendido el modelo de internacionalización de Euskadi, favorecido por un modelo fiscal propio y "gestionado adecuadamente".

También ha lamentado, al igual que Urkullu, que el 2013 será "un año difícil" y ha recordado que, si este ejercicio el Gobierno vasco ha puesto en marcha diferentes líneas de ayuda para apoyar a las empresas, en 2014 está "dispuesto a continuar y mejorar".

También ha elogiado la estrategia manufacturera de Estados Unidos que, en Euskadi "no existe", pero ha advertido de que "hay que trabajar en otro sentido", debido a la carencia de una flexibilidad de los costes salariales y a la aparición del gas no convencional, que baja los costes empresariales.

En este punto, ha mostrado su "preocupación" por los efectos que la denominada reforma energética tendrá sobre las empresas vascas, que verán elevados sus costes. "Vamos a tener que establecer una estrategia muy clara para que las empresas se mantengan en Euskadi", ha concluido.