Las líneas de financiación ICAF-BEI e ICAF-microcréditos han puesto en circulación desde que se habilitaron casi 51 millones de euros entre pymes, microempresas y autónomos, la mayor parte dirigido a inversión, un balance que el Gobierno regional ha tildado de "positivo" cuando aproximadamente se ha consumido la mitad del plazo para solicitarlas.

Así lo ha apuntado este viernes en una rueda de prensa, la consejera de Economía, Hacienda y Empleo, Cristina Mazas, quien ha señalado que, a fecha 30 de septiembre, entre ambas líneas ya se habían concedido y formalizado 283 de las 547 solicitadas, mientras que 178 habían sido denegadas y 86 se encuentran en estudio.

El importe medio de cada operación concedida ronda los 105.000 euros en el caso de las líneas ICAF-BEI, que permiten solicitar entre 40.000 euros y 5 millones, y los 17.500 en la de los microcréditos, en las que se puede pedir hasta 40.000.

Según los datos aportados por la consejera, la línea ICAF-BEI, que arrancó el pasado 1 de febrero con 100 millones de euros disponibles ha agotado ya más de la mitad de los recursos.

Esta línea, que ya ha concedido aproximadamente 50,1 millones —la mitad puestos por el Gobierno regional a través del ICAF y la otra parte por las seis entidades bancarias colaboradoras— expira en junio, si bien, a la vista de los datos, Mazas considera que "es probable" que se agoten los fondos antes de esa fecha.

Concretamente, dentro de ella, se han concedido y formalizado 239 operaciones por valor de 50.103.812 euros, mientras que se han denegado 150 y están en estudio 47, lo que supone que 6 de cada 10 solicitudes se han formalizado.

Del total de peticiones, casi un 57,6% han sido para inversión y un 42,4% para liquidez.

Los beneficiarios de la línea ICAF-BEI son las pequeñas y medianas empresas y los autónomos con domicilio social en Cantabria, que desarrollen su actividad en la comunidad y que tengan menos de 250 empleados con independencia de su balance y volumen de facturación.

Posible continuidad

Aunque ha explicado que el balance de esta línea y la de microcréditos habrá que realizarlo cuando acabe el plazo de solicitud para valorar si han resultado interesantes, Mazas ha señalado que si las "condiciones financieras" lo permiten, podrían tener continuidad.

En el caso de la de ICAF-BEI, la consejera "cree" que el Banco Europeo de Inversiones podría tener "disponibilidad" para realizar una nueva aportación, dado que este tipo de operaciones son una de sus "prioridades" y que el Consejo Europeo le ha concedido más financiación.

Mazas ha reconocido que la línea de microcréditos, que se puso en marcha el pasado mayo, va "un poco más retrasada", si bien ha confiado en que, una vez transcurrido el verano y ya presentadas a los potenciales beneficiarios, se pondrá "un poco más en funcionamiento" en lo que queda de plazo para que las microempresas puedan solicitarlo, que expira en mayo del próximo año.

Dentro de la línea de microcréditos se han concedido y formalizado 44 operaciones por importe de 771.914 euros, mientras que 28, por valor de 430.696 euros, han sido denegadas, y 39, por un total de 751.000 euros, están en estudio. En esta línea, en la que participan cuatro entidades financieras, está dotada con 12 millones de euros.

Según la consejera, el 63 por ciento de las solicitudes realizadas se han concedido y el 74% por ciento de las peticiones eran para operaciones de inversión y un 26% de liquidez.

Pueden beneficiarse de la línea ICAF-microcréditos las microempresas con menos de 10 trabajadores y una facturación anual que no supere los 2 millones y los autónomos con unos rendimientos fiscales derivados de su actividad económica que no superen los 60.000 euros.

En ambos casos deben tener su domicilio fiscal en Cantabria y desarrollar su actividad económica en la comunidad autónoma.

Más operaciones para inversión que para liquidez

A preguntas de los periodistas, la consejera ha explicado que al Gobierno regional le ha "sorprendido", sobre todo en el caso de los microcréditos, que la mayor parte de las peticiones en ambas líneas fueran encaminadas a inversión más que a liquidez, algo que considera "bueno" porque significa que se apuesta por la continuidad del negocio.

Además, Mazas ha señalado que, a la vista de los datos, en ambas líneas la ratio entre peticiones realizadas y concedidas es mayor que en las líneas de financiación que ofrecen las entidades bancarias.