La paciencia de los vecinos de El Tablero Bajo se ha agotado. Hace tres meses que acabaron las obras del parque ubicado entre las calles Dolores Ibárruri y María La Judía. Sin embargo, el Ayuntamiento no ha retirado las vallas de la obra ni ha dado luz a las farolas del parque. Y todo porque, reflexiona uno de los residentes, «se ve que la proximidad de las elecciones municipales tiene algo que ver». Pero los vecinos no están dispuestos a esperar a que el Consiotorio decida cuándo abrir el parque. Por eso, a través de un hueco en el vallado, acceden cada tarde con sus hijos y amigos para ocupar y disfrutar este espacio público.Lo que ocurre es que a partir de las 18.30 h estas personas tienen que abandonar el parque porque la pista de patinaje y los columpios se quedan a oscuras por la falta de luz. De igual modo, las personas mayores que conversan con sus vecinos en los bancos o pasean por el jardín tienen que buscar otro lugar donde pasar el tiempo.