La temporada que viene es de cambios, morirá Franco y habrá una revolución en la familia. Habrá sorpresas. Los personajes van y vienen, y al mío le van a pasar cosas...

¿Se marcha de la serie?

Es necesario un punto de oxigenación. Nunca había estado tanto tiempo en un proyecto. Y los actores estamos acostumbrados a cierta promiscuidad, por salud mental.

¿Qué le debe a Cuéntame...?

La tele es popularidad. Es una serie que, como espectador, me gusta. Refleja el álbum familiar de mucha gente y nos explica de dónde venimos.

Tiene cara de buena persona. ¿Siempre le dan papeles de hombre sensible?

El teatro es lo que me permite hacer de malo. Existe el encasillamiento, pero más desde fuera que desde dentro.

Pues en Visitando al Sr Green vuelve a ser un homosexual...

Sí, pero el lado más gay de mi personaje, Ros Gardiner, es que ayuda a florecer y cultivar al Sr. Green, un jubilado.

¿Y cómo consigue hacer reír una obra sobre la soledad?

Está escrita por Jeff Baron, que empezó siendo guionista de los Simpsons. Tiene un humor neoyorquino, se ríe de uno mismo y busca la humanidad.

¿Cuánto hacía que no actuaba en Barcelona?

Muchísimos años. Pero vivo aquí, tengo un hijo aquí y mi bici está aquí. Hago un llamamiento a los directores para no coger tanto avión.

¿Se ha implicado en las movilizaciones de artistas por la paz en Madrid?

Sí, pero yo la implicación la tengo sobre la escena. En esta obra el gran reto es entender el dolor del otro por encima de nuestras posturas.Y ése es el gran reto de todos.

Bio

Nació en 1964 en Tortosa (Tarragona). Estudió en el Institut del Teatre de Barcelona. Tiene un hijo, un premio Max y un Ondas.