El expresidente del Gobierno de Navarra Miguel Sanz ha manifestado que el 'caso CAN', en el que estuvo imputado y que fue archivado tras la resolución del Tribunal Supremo, ha sido "muy duro, demasiado duro" y "diría que en cierta manera injusto".

En un desayuno organizado por la Cadena Ser, Sanz ha valorado que el Supremo archivara la causa por el cobro de dietas de la Permanente de Caja Navarra y que el tribunal fuera "muy contundente". "Estas cosas son duras, es muy fácil manipular a la gente, que mayoritariamente es bienintencionada", ha dicho, para añadir que "hay margen para mejorar y para reflexionar antes de tomar ciertas decisiones".

En su intervención, ha criticado que casos de corrupción a nivel nacional se hayan "mezclado interesadamente" con el régimen de dietas en CAN. "Manejado hábil y torticeramente por algunos grupos políticos como Bildu, UPyD y PP en el origen se consiguió que muchos ciudadanos confundieran la torpeza con la corrupción, el cobro de dietas declaradas y con las consiguientes retenciones con sobres con dinero negro...", ha dicho.

En caja navarra

Miguel Sanz ha manifestado que Caja Navarra "no ha estado al margen del 'tsunami' regulatorio que ha afectado a las entidades financieras españolas y especialmente a las cajas de ahorro". "Soy de los que piensa que la integración de CAN en CaixaBank ha sido la mejor opción, no para la entidad sino para los empresarios y las familias de Navarra", ha expuesto.

Ha valorado, además, que la obra social de CAN, tras su conversión en fundación especial, será "la de mayor volumen de España con carácter relativo y la quinta en valores absolutos".

Sanz ha afirmado que en Caja Navarra "ningún impositor ha visto en riesgo sus depósitos, no ha habido preferentistas perjudicados ni acreedores estafados" y ha señalado que "los 5.000 preferentistas que invirtieron en CAN han obtenido a día de hoy una rentabilidad que ronda el 60 por ciento".

El exjefe del Ejecutivo foral ha añadido que "en este maremagnum financiero y el desenlace final de integración final de CAN en CaixaBank el nacionalismo independentista y anexionista ve frustradas sus expectativas de construcción nacional del gran banco de Euskal Herria, aprovecha la coyuntura social y termina judicializando lo que en el caso de CAN nunca debió salir del debate político".