Te cantan las tapas en alto y ligero, como toda la vida. Y mientras los platos  hacen sitio en nuestra memoria, los ojos analizan la vitrina del Bar Consolación, donde nos esperan las tortillas de camarones, el pulpo, los langostinos vestidos de bacón y otras tentaciones. Al final, te decantas casi por lo último que escuchaste, si eres nuevo en el bar, o decides preguntarle a Curro, el dueño. Será lo más sensato. Él nos aconseja su tapa estrella: la cola de toro en salsa y bien guisada. Llevan más de 50 años cocinando y por algo será que su barra está calentita en hora punta. En platos sencillos nos ofrecen cocina andaluza. Aquí podemos comer platos muy nuestros, como los garbanzos con chícharos y berza, las fabes o chícharos leperos, menudo con garbanzos o tagarninas en cazuelita con papas y huevo frito. Este mismo perolito se nutre de otros ingredientes como chanquetes, pimientos y huevo frito o patatas, chorizo y huevo.