Un guardia de seguridad vigila desde ayer la residencia de ancianos de Parquesol, en la calle Amadeo Arias, después de que el martes los trabajadores se llevaran un gran susto en el que tuvo que intervenir la Policía. Un hombre, que había sido denunciado con anterioridad por amenazas a varios empleados, entró en el centro de mayores donde solicitó hablar con la directora. El temor se desató cuando, antes de que llegaran los agentes, descubrieron que bajo la ropa llevaba una catana, según informó la Policía Nacional.

Las mismas fuentes confirmaron que el individuo es el marido de una ex trabajadora con la que la residencia ha mantenido un conflicto laboral en los tribunales.

En pleno día

El suceso se produjo a la 11.56 horas del martes. A esa hora, la Policía recibió una llamada del centro de ancianos en la que alertaban de que había problemas con la citada persona, a la que se le tenía prohibido el acceso. Cuando llegaron los agentes, el hombre se hallaba en el interior de una sala. En esta ocasión no había causado problemas, aunque el susto entre los empleados fue importante, ya que habían percibido que llevaba una catana debajo de la cazadora.

Tras acompañarle los nacionales hasta el exterior de la residencia, identificarle y abrir las correspondientes diligencias, se le dejó en libertad. Sin embargo, el individuo montó en su coche, un todoterreno, y por causas no explicadas por la Policía chocó marcha atrás con el vehículo zeta de los agentes.

Dio positivo por alcohol

Fue entonces cuando requirieron la presencia de los municipales para que dieran fe del golpe y le practicarán un control de alcoholemia cuyo resultado fue positivo.

En el centro, no hablan

En la residencia de la tercera edad de Parquesol el mutismo fue total en la jornada de ayer y ni la directora ni los trabajadores consultados por 20 minutos quisieron hacer declaraciones sobre lo sucedido. Desde la Gerencia de Servicios Sociales, quien gestiona este centro público de mayores, tampoco respondieron a la consulta, aunque sí tomaron la decisión de incorporar a un guardia de seguridad para tranquilizar a los empleados.