Tras las bendiciones, y como manda la tradición, los fieles compraron los panecillos del Santo, que se deben comer en ese día, pero sin olvidar guardar uno de ellos con una moneda. Al año siguiente debe permanecer en perfecto estado para ser comido.

Curó a una jabalina

La tradición viene del siglo IV, cuando Antonio Abad, un ermitaño egipcio, sanó a una jabalina y a sus jabatos de una ceguera. El milagro le sirvió para que la familia de jabalíes le defendiera de las alimañas y para convertirse en patrón de los animales.

Desde entonces, cada 17 de enero se le recuerda por toda España: en Valencia queman hogueras, en Jaén corren entre antorchas, en Burgos comen garbanzos...

Todo tipo de mascotas

Amalia Corral

Con sus tortugas Daisy y Yaba.

«Vivimos en la zona, cerca de la iglesia, y a los niños les hacía mucha ilusión venir. Hemos tenido que despertar a las tortugas, que están hibernando en esta época, pero ha merecido la pena. Sin embargo, las tortugas metían la cabeza cada vez que el cura les echaba el agua, así que ha terminado bendecido el niño más que el animal».

Juan Maldonado

Con su conejo Tambor.

«Es la primera vez que lo traigo a la bendición de San Antón, porque tiene solamente cuatro meses. Sin embargo, este año no va a ser el último. Los conejos son unos animales buenísimos, y muy limpios. Sólo tienes que preocuparte de darles la comida. Este conejo es como un gato, y no muerde los enchufes».

Pedro Garbajosa

Con su gato Vishnú.

«He venido con mi madre a la cita anual de mis gatos con San Antón. La madre de Yang y de Vishnú, que se llama Moon, viene todos los años desde que nació, hace seis. Sus hijos nacieron hace dos años y este San Antón es como su bautismo. Los gatos se portan de maravilla y se lo merecen todo».

Ana Culebras

Con su perrita Lady.

«Tengo a Lady desde hace doce años. Antes venía todos los años con mi marido, pero cuando me quedé viuda comencé a traerla yo sola. Siempre me dicen que la llevo guapísima y, sinceramente, creo que tienen razón. Soy de la opinión de que si tienes un animal, hay que tenerlo bien».