Agentes de la Guardia Civil se han incautado de más de 1.000 plantas de marihuana en una casa de campo de Ibi, dos invernaderos de Castalla y 359 en una finca de Sax, en la provincia de Alicante. En las tres actuaciones los efectivos han detenido a cuatro personas y han imputado a otras tres, todas españolas, como presuntas autoras de un delito contra la salud pública.

Según ha informado la Guardia Civil en un comunicado, las distintas operaciones se han realizado "de manera coordinada pero independiente durante la última quincena". A los detenidos, con edades comprendidas entre los 25 y los 55 años, se les imputa en diversos grados de implicación los delitos contra la salud pública.

Desde hacía algún tiempo, los agentes tenían conocimiento de la existencia de plantaciones en diversas viviendas situadas fuera del núcleo urbano, casas de campo, de los tres términos municipales, sobre las que se tenían "sospechas" de que en sus aledaños o interiores, podía estar realizándose algún tipo de cultivo de marihuana.

Una vez realizadas las correspondientes comprobaciones, los agentes registraron una vivienda en la localidad de Ibi, donde localizaron 304 plantas de marihuana en diferentes fases de crecimiento, dispuestas tanto plantadas en bancales adyacentes como en maceteros en los exteriores de la casa, dotadas de riego por goteo. Los agentes detuvieron a los propietarios del inmueble, por un delito contra la salud pública.

Asimismo, en distintos servicios en las localidades de Ibi y Castalla los agentes se incautaron de 21 plantas en avanzado estado de crecimiento, que superaban el metro y medio de altura, nueve de ellas en Ibi y 13 en Castalla, que se encontraban en fincas de casas de campo, camufladas entre los árboles y la vegetación frondosa para evitar ser detectadas. En esta acción, la Guardia Civil imputó a dos personas por los presuntos delitos contra la salud pública.

Dos invernaderos

En la zona de Castalla, las diferentes investigaciones centraron su atención en la existencia de una posible plantación de marihuana, localizada en dos invernaderos de una partida rural de la localidad. El dispositivo establecido permitió el desmantelado de una plantación de marihuana con 342 ejemplares en distintos grados de desarrollo.

Las plantas se encontraban distribuidas en dos invernaderos, uno de ellos en el interior de una casa de campo, totalmente acondicionado para favorecer su crecimiento y maduración. El otro se encontraba en el exterior de la vivienda, del tipo de los usados para cultivos comunes, en el que las plantas de marihuana habían sido situadas en el centro para evitar su detección desde el exterior.

La última actuación se llevó a cabo en los exteriores de una vivienda aislada de la localidad de Sax, donde los agentes localizaron 359 plantas en distintos estados de crecimiento, por lo que se imputó al propietario de la finca por un delito contra la salud pública.