Un vecino de Oviedo, Roberto Villar, residente en La Manjoya, en Oviedo, ha sido multado con 930 euros por el Ayuntamiento de Oviedo, por haber dejado en las dependencias de la Concejalía de Medio Ambiente una rata muerta en señal de protesta. El importe se divide en 900 euros por "infracción de la Ley de Residuos y Ordenanza Municipal' y en 30 euros por 'Gastos extraordinarios de recogida de residuos', según el expediente sancionador al que ha tenido acceso Europa Press.

La resolución de la alcaldía sanciona a Roberto Villar "como autor de infracciones múltiples, de la salubridad pública, convivencia, residuos, animales errantes, Reglamento de Transportes... etc, con una sanción de 900 euros, que tiene carácter simbólico y coercitivo, más 30 euros de gastos por la retirada del animal".

Todo sucedió el pasado 21 de marzo cuando Villar acudió a las dependencias de la concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento. Villar indicó que había hablado ya desde enero con el Ayuntamiento porque en la zona donde vive habían instalado un "vertedero ilegal" que propicia la aparición de ratas. Llamó al Ayuntamiento para exponer el problema y quedaron en contactar con él por teléfono.

Pero Villar asegura que nadie le llamó desde el consistorio. "Les dije a los vecinos que recogiesen todas las ratas que encontrasen, que ya las llevaría yo al ayuntamiento", ha relatado. Finalmente, ese 21 de enero, decidió personarse con una rata muerta que llevaba escondida. Habló con la secretaria y preguntó por el concejal del Medio Ambiente, Benjamín Rodríguez Cabañas. "Pero me dijeron que estaba reunido", dijo Villar.

Afirma que en ningún momento se puso violento y que en ese momento sacó la rata muerta y le preguntó a la mujer dónde la dejaba. "Se asustó, pero le dije que sólo era una rata", manifestó. Según la versión de Villar, la mujer le indicó unas dependencias y él dejó allí el animal muerto y se fue.

"Luego me llamó el concejal y me amenazó con denunciarme, pero le dije que él estaba en ese cargo gracias a mi voto y me colgó el teléfono", señaló Villar en el momento de los hechos.

Versión del ayuntamiento

El concejal Benjamín Rodríguez Cabañas, sin embargo, negó que hubiese hablado en ningún momento con el vecino. Indicó que cuando llegó a la concejalía le relataron lo ocurrido y que la trabajadora estaba muy disgustada y asustada por la actitud del vecino.

Decidieron llamar a efectivos de limpieza para retirar al animal y a partir de ahí, explicó, se limitaron a aplicar la normativa vigente, a la hora de sancionar ese tipo de conductas. "No conocíamos a este vecino, no venía habitualmente, y además ni siquiera es esta la Concejalía competente para ese caso, porque es la de Sanidad", manifestó en su día Rodríguez Cabañas.