Ocho horas de frenética jornada laboral, el tráfico feroz de Alicante y la sensación de que faltan horas al día para cumplir con los objetivos que marca el mercado laboral; éste es, básicamente, el perfil de los alicantinos que padecen estrés laboral. Las consecuencias: menos rendimiento profesional y, sobre todo, menos calidad de vida.Como más vale prevenir que curar, una empresa de comunicación de Elche, Grupo Antón, ha comenzado este mes a masajear a sus trabajadores y les ha regalado dos sesiones terapéuticas al mes (ya tienen convivencias y cuatro meses de jornada intensiva).
Desde la entidad han dicho que es «como una puesta a punto» y que «el buen ambiente en la oficina, el compañerismo y la relación positiva con la gerencia son capaces de mejorar notablemente la calidad de vida de los empleados y la productividad».