El incendio forestal que desde esta tarde afecta a los montes situados entre los municipios ourensanos de San Amaro y O Carballiño ha quedado controlado a las 21.36 horas de este martes y ha quemado siete hectáreas, según las primeras estimaciones de la Consellería de Medio Rural. Permanecen activos los fuegos declarados en Padrenda y en la parroquia de Montealegre, próxima a la ciudad de Ourense.

El incendio forestal de San Amaro había obligado a declarar la alerta de nivel 1 por la proximidad de las llamas a las casas de los núcleos de población de Marco, en este municipio ourensano, y de Varille, en el de O Carballiño.

La máxima alerta en este incendio forestal estuvo activada entre las 18.36 y las 19.25 horas de este martes como medida preventiva por la proximidad a los referidos núcleos de población. En las labores de extinción de este fuego, que se declaró a las 17.10 horas del martes, trabajaron tres agentes, siete brigadas, tres motobombas, una pala, dos helicópteros y siete aviones.

En la zona fueron extinguidos, además, otros dos conatos, lo que abona la tesis de que fue un incendio provocado. Al respecto, en declaraciones a Europa Press, el alcalde de San Amaro, Ernesto Pérez, lamentó que "obviamente el fuego fue intencionado", ya que aseguró que se inició "en tres lugares distintos", después de "un mes de total tranquilidad".

En la provincia de Ourense permanecen activos otros dos fuegos forestales en Padrenda y en la parroquia de Montealegre, próxima a la ciudad de Ourense. La pasada jornada también se registraron fuegos en Cortegada, en Vilamarín, en Pereiro de Aguiar y en Cualedro.

En el municipio de Padrenda, en la parroquia de Monterredondo, permanece activo un incendio que empezó a las 16.44 horas de este martes y en cuyo control han trabajado dos agentes forestales, nueve brigadas, tres motombombas, una pala, tres helicóptero y siete aviones, según ha informado a Europa Press Medio Rural.

En cuanto al incendio declarado a las 20.19 horas del martes en la parroquia ourensana de Montealegre, cuyas llamas son visibles desde cualquier punto de la ciudad de Ourense, ha contado con un dispositivo integrado por un agente, cuatro brigadas, tres motobombas, un helicóptero y cinco aviones.