El ertzaina que salvó a un niño de morir ahogado en Barcelona fue "el instinto paternal" le movió a arrojarse al agua

Ibón, el ertzaina que mientras estaba de vacaciones en La Pineda de Mar (Barcelona), impidió que un niño belga de cuatro años de edad se ahogase en la piscina de un hotel, ha asegurado que fue "el instinto paternal" el que le movió a arrojarse al agua para rescatar al pequeño, si bien ha admitido que "el instinto policial" es "el que te hace reaccionar fríamente".
Ibon, con el niño al que salvó la vida
Ibon, con el niño al que salvó la vida
EUROPA PRESS
Ibon, con el niño al que salvó la vida

Ibón, el ertzaina que mientras estaba de vacaciones en La Pineda de Mar (Barcelona), impidió que un niño belga de cuatro años de edad se ahogase en la piscina de un hotel, ha asegurado que fue "el instinto paternal" el que le movió a arrojarse al agua para rescatar al pequeño, si bien ha admitido que "el instinto policial" es "el que te hace reaccionar fríamente".

En declaraciones a Europa Press Televisión, el agente ha precisado que reaccionó sin pensarlo, aunque ha reconocido, una vez pasado el tiempo, que lo ocurrido es "un hecho grande". "Cualquiera en mi situación hubiera hecho lo mismo", ha subrayado.

Los hechos sucedieron el pasado sábado hacia las cuatro de la tarde. Según ha recordado, a esa hora se encontraba con su hijo de diez años jugando en la piscina del hotel cuando, antes de introducirse en el agua, vio "una mancha oscura en el fondo" de la piscina a la que, en un principio, no hizo "mucho caso".

Sus sospechas comenzaron cuando "en un momento dado" observó a un padre preocupado, buscando a un niño por el recinto. "Me dije, ya que estoy aquí voy a mirar si realmente es algo o nada, y cuando buceé y llegué donde estaba él, vi que era un crío, tumbado boca abajo. Lo saqué lo más rápido que pude", ha declarado.

El agente vasco ha afirmado que, tras comprobar que no tenía "ni respiración ni ritmo cardiaco", le trasladó hacia el extremo de la piscina y, tras practicarle la respiración artificial, le realizó masajes cardiacos. Entonces, según su relato, el pequeño "empezó a llorar". "Vomitó un poco de agua, se agarró a mí, se agarró a la piscina, a lo que había", ha dicho.

Posteriormente, el niño fue evacuado a un centro hospitalario, en el que estuvo unas horas en observación. La madre acompañó al pequeño al hospital, si bien el padre "estaba en 'shock', incapaz de reaccionar" y no fue hasta horas más tarde, cuando le agradeció repetidamente que salvara la vida de su hijo.

Ibon considera que la formación recibida en la academia de la Policía Autónoma Vasca para actuar en este tipo de situaciones ha asido fundamental para actuar en este suceso, ya que "sin ella, igual no podía haber conseguido hacer la reanimación".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento