La sanidad en jaque: falta sangre y sobran pacientes

La huelga del Centro de Transfusiones ha provocado la suspensión de quince operaciones. Sanidade reconoce «sobrecarga» en las urgencias.
La imagen corresponde a la campaña realizada en la planta el pasado 13 de diciembre.
La imagen corresponde a la campaña realizada en la planta el pasado 13 de diciembre.
La imagen corresponde a la campaña realizada en la planta el pasado 13 de diciembre.
El pasado lunes se cumplió la quinta semana consecutiva de huelga indefinida de los médicos del Centro de Transfusión de Galicia.

Desde su inicio, el 11 de diciembre, 15 operaciones han tenido que ser anuladas (11 de ellas, suspendidas y 4 reprogramadas). Ayer, los 27 médicos en huelga se mostraron «optimistas» y dispuestos a estudiar una propuesta de los sindicatos admitida por Sanidade para acabar con el paro.

Además, desde hace varias semanas, los servicios de urgencias de los hospitales gallegos están completamente desbordados por la afluencia de pacientes.

El presidente de la Xunta negó ayer la crisis sanitaria y realizó un llamamiento de tranquilidad a la ciudadanía, pues «esto no es un colapso sino un repunte propio de estas fechas». Esa misma opinión es la que se tiene en la Consellería de Sanidade, donde reconocen «sobrecarga y saturación».

Mientras tanto, en los hospitales los pacientes tienen que esperar durante horas para ser atendidos, se utilizan hasta las camillas de las ambulancias para acostar a los enfermos y la falta de camas provoca desvíos a la sanidad privada. Como ocurrió en Vigo, donde varios pacientes de medicina interna fueron trasladados a la Clínica Fátima.

Sobreutilización del servicio

Desde la gerencia del Juan Canalejo (A Coruña) se habla de un problema de accesibilidad: «La gente va a urgencias en lugar de a su médico, porque el diagnóstico es rápido y seguro». Y se afirma que «no es necesario aumentar plantilla». Sin embargo, la dirección del Centro Hospitalario y Universitario de Vigo sí alega «falta de medios y espacio» ante sus continuos colapsos, que nuevamente se repitieron ayer. «La presión asistencial no cesa, estamos utilizando todos los recursos disponibles», aseguran.

La cruz de las esperas médicas

Yolanda Estévez González. Afectada.

«MI hermana se muere»

A principios del mes de diciembre, la hermana de Yolanda acudió a urgencias del Hospital Xeral de Vigo con un fuerte dolor de cabeza. Tras varias horas de espera le diagnosticaron cefalea y la enviaron a casa. Como los dolores no remitían y no dejaba de vomitar, volvió al centro. Así hasta cinco veces. Por su parte, el médico de cabecera «al no presentar síntomas de cefalea ni migraña», le dio un volante urgente para el neurólogo.

«Pero, claro, urgente significa esperar una cola de 200 personas para coger cita y que luego te la den para un año más tarde», comenta a 20 minutos Yolanda en una carta. En la quinta visita a urgencias por fin le hacen un TAC y le diagnostican un tumor «del tamaño de una pelota de golf». «La prueba se la hicieron a las ocho de la tarde, el diagnóstico se lo dieron a las cuatro de la madrugada y fue subida a planta a las seis de la tarde del día siguiente». Ahora, la joven se debate entre la vida y la muerte.

En Citroën, siempre los más solidarios

Uno de los picos de donaciones más altos que registra el Centro de Transfusión se da siempre en la factoría viguesa de Citroën. La imagen corresponde a la campaña realizada en la planta el pasado 13 de diciembre. Desde el inicio de la huelga, el 60% de los días se consume más sangre de la que se dona. Pero en el CTG dicen que las reservas están en «niveles normales».

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