Ecologistas en Acción han reclamado la conservación como paraje natural de la sierra de la Utrera, situado en el municipio de Casares (Málaga), debido a la "amenaza" que supone la extracción de piedra de la cantera situada en la localidad colindante de Manilva, que ahora son usadas para servir "supuestamente" de relleno en Gibraltar.

En un comunicado, la organización ecologista ha explicado que las extracciones "llevan décadas amenazando uno de los lugares más singulares de la zona", que cuenta con 500 hectáreas de superficie "de alto valor biológico, geológico, histórico y geofísico" y alberga fósiles y vestigios de población humana desde el Paleolítico, colonias de especies protegidas, como alimoches, águilas perdiceras o nutrias, y formaciones vegetales poco comunes.

Aunque recuerdan que la extracción de piedra de la Sierra de la Utrera "es un problema que venimos denunciando de manera constante desde hace tiempo", los conservacionistas reclaman la protección del medio ambiente "debe ser firme y colocarse por encima de conflictos políticos puntuales", por lo que ha reclamado soluciones "al igual que ocurre con la arena de la duna de Valdevaqueros que se transporta a Gibraltar".

Según detallan, la pervivencia de la Sierra de la Utrera se ve amenazada" por esta cantera de roca caliza, cuya explotación lleva a cabo la Compañía General de Cantera y que "se volvió más agresiva en 2006, al realizarse la explotación en superficie frente a una explotación en profundidad menos agresiva".

Los ecologistas destacan que la "presión" de los colectivos agrupados en la 'Plataforma de Conservación de la Sierra de la Utrera', "ha logrado avances en la protección del lugar" al conseguir que la compañía "no renovara la concesión de una de las partes en las que se divide la cantera". Ahora quieren dar un paso más y han propuesto a la Junta de Andalucía que declare toda la zona, exceptuando la cantera, como paisaje protegido una vez que la sierra fue incluida en el Plan de Ordenación del Territorio (POT) de la Costa del Sol y declarada "zona de interés territorial".

En su opinión, la defensa "de un lugar tan singular no debe quedar ahí", sino avanzar hacia una protección más eficiente como la de paraje natural, por lo que defienden que "deben tomarse medidas para salvaguardar el karst, más aun cuando sus piedras se están utilizando para ganar terreno al mar".