Agentes de la Policía Nacional y de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria se han incautado de más de 500 kilos de cocaína —que tendrían un valor en el mercado de 135 millones de euros— que eran transportados a bordo de un velero desde Brasil hasta Cabo Verde, donde era depositada y en pequeñas cantidades se traía hasta Canarias.

Así lo informaron este jueves el jefe superior de la Policía Nacional en Canarias, Valentín Solano, la delegada especial de la Agencia Tributaria en Canarias, Carmen Guillén, la delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, y el inspector jefe responsable de la operación de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la brigada de la Policía Judicial de Las Palmas, Manuel Francisco Curbelo, durante la presentación de los detalles de la operación 'Lagaren', que se había iniciado a investigar en junio de 2012 y que no tuvo colaboración internacional.

En los cinco registros realizados se han localizado terminales de telecomunicación vía satélite y material informático; un fusil de asalto; dos subfusiles; tres pistolas Derringer; una pistola semiautomática; cuatro pistolas detonadoras y más de 3.500 cartuchos. Este armamento fue encontrado en el interior de la goleta 'Lagaren' camuflado en "una máquina de música", explicó Curbelo.

Los agentes han intervenido también dos vehículos de alta gama (motocicletas marca Harley Davidson); tres embarcaciones —dos veleros (con valor de 40.000 euros cada uno) y una goleta (con valor de 500.000 euros)—; 40.000 euros en efectivo; numerosas piezas de joyería y lingotes de oro cuyo valor aproximado ronda los 135.000 euros.

Por el momento, la Policía Nacional ha detenido a cinco personas: dos canarios y un irlandés en Gran Canaria, una mujer de origen australiano en Tenerife y un ciudadano americano (tripulante del velero asaltado). Además, hay cuatro órdenes internacionales de búsqueda.

Solano destacó que, con estas operaciones, se demuestra que Canarias "está en la primera línea en la lucha contra el narcotráfico" y puso de ejemplo que durante el 2012, su Jefatura fue "la primera de España" en la localización de tráfico de drogas por vía aérea, "y por aguas internacionales, la segunda".

La agencia tributaria abordó el velero

Según informó Carmen Guillén, Vigilancia Aduanera fue la encargada de la "localización, vigilancia, seguimiento y abordaje" del velero 'Maid of Orleans', ya que la Agencia Tributaria llevó a cabo las labores "de la investigación patrimonial para el delito de blanqueo de capitales y del operativo marítimo".

El buque 'Petrel' fue el encargado de llevar a cabo la labor de Vigilancia Aduanera. Este barco cuenta con una embarcación auxiliar de asalto denominada por los tripulantes del 'Petrel' como 'La Chaparrita'. Sin embargo, en esta ocasión 'La Chaparrita' estaba averiada, por lo que tuvieron que hacer el asalto en una lancha de siete metros de eslora tipo zodiac.

En la madrugada del 17 de julio, el 'Petrel' localizó "el objetivo en medio del Atlántico". Durante esa noche, donde el estado de la mar no era el mejor para la navegación, seis tripulantes se embarcaron en la zodiac y se alejaron del buque de Hacienda.

Guillén resaltó la labor de estos seis agentes quienes, "sin luces y sin comunicación por radio para evitar ser detectados" tuvieron que navegar más de una hora hasta llegar al velero "en medio de la nada, en una lancha descubierta, entre olas de cuatro metros y por debajo una profundidad de cuatro mil metros".

Cuando los agentes comunicaron al 'Petrel': "abordaje realizado, todo OK", el 'Maid of Orleans' comenzó a ser remolcado. En el interior de la embarcación asaltada solo había un tripulante, el ciudadano estadounidense, quien fue detenido.

Por su parte, el viaje de regreso sufrió un retraso de siete días —tardó 14— debido a que el velero se traía a remolque, el mal estado de la mar y a que la embarcación tenía una vía de agua. Por culpa de esta demora, los víveres en el 'Petrel' comenzaron a escasear, por lo que los agentes tuvieron que racionar la comida.

La travesía del velero duró más de 30 DÍAS

El detenido fue catalogado por Guillén como "un lobo de mar" que ha cruzado el Atlántico en solitario en un velero de 11 metros de eslora y en una travesía que duró más de 30 días. Según Manuel Francisco Curbelo, esto es "muy temerario". En el momento de la detención, a 1.600 millas al sur de Canarias, llevaba 15 días navegando desde su salida en Brasil.

Cuando los agentes entraron en el buque, encontraron que la droga estaba escondida en varios dobles fondos, ya que el detenido, quien había sido carpintero, modificó el interior del velero.

Las detenciones son cada vez más complicadas

Mientras, el inspector jefe responsable de la operación de UDYCO, Manuel Francisco Curbelo, comentó que cada vez es más complicado desbaratar este tipo de narcotráfico, debido a que los delincuentes tienen más contactos, más medios y elementos técnicos más importantes.

Agregó que el navegante escondía la droga "kilo por kilo" en el velero, y que una vez que llegaba a Cabo Verde la distribución se iba a llevar, principalmente, a Gran Canaria y Tenerife en pequeñas cantidades.

"Para ello utilizaban un segundo velero que estaba en un puerto grancanario y que estaba preparado para esconder en un doble fondo la droga traída desde Cabo Verde. Una vez en las islas habían otras personas encargadas de distribuirlas", explicó el inspector jefe.

Estos 500 kilogramos de cocaína, si hubieran salido a la calle habrían sido 8,4 millones de dosis. La Policía estima que su valor en el marcado llegaría hasta los 135 millones de euros.

Además, la Policía sospecha que las piezas de joyería —2,6 kilos— incautadas provienen de robos. Además, creen que estas joyas se usaban para ser fundidas en lingotes de oro, de ahí el origen de varios de estos en el material decomisado.