Las autoridades canadienses no han ofrecido una respuesta oficial al Gobierno español sobre el rechazo en el control fronterizo del Aeropuerto de Toronto a la joven Laura León, natural de La Palma, a quien se le impidió entrar en el país el pasado 11 de enero.

Así se desprende de una respuesta del Ejecutivo a preguntas de la diputada Ana Oramas (CC), en la que el Ministerio de Asuntos Exteriores manifiesta que se solicitó información del jefe de la autoridad canadiense de fronteras, pero que su contestación no coincidía "ni con las experiencias relatadas por la joven ni con los hechos presenciados en el aeropuerto por el canciller del Consulado General de España en Toronto".

Ante eso, y según reza el texto, España decidió continuar con gestiones políticas en Ottawa, "tanto en reuniones con altos cargos del Ministerio de Asuntos Exteriores canadienses como por escrito", y en Madrid, donde se ha abordado esta cuestión "de forma prominente" en encuentros con el embajador de Canadá.

Dado que, tras esos trámites, "no se ha recibido una explicación oficial de las autoridades canadienses", el Gobierno afirma en la respuesta que, de no disponer de esta "en un plazo razonable", la Embajada de España en Ottawa reiterará sus gestiones.

Además, el Ejecutivo señala que, desde que se produjo el rechazo, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación comenzó a realizar gestiones para esclarecer las circunstancias y obtener explicaciones "convincentes".

"En las horas que mediaron entre el rechazo inicial en frontera y la devolución a España de la señora León, el Consulado General de España en Toronto tuvo conocimiento de los hechos a través de unos familiares de esta", recoge el escrito, a lo que se agrega que, "inmediatamente", el canciller se desplazó al aeropuerto.

No obstante, el Ministerio apunta que no se pudo evitar el rechazo y devolución de Laura León "al ser potestad exclusiva de cada Estado admitir o no a un nacional extranjero en su territorio", si bien, "desde ese mismo día", comenzaron las gestiones ante las autoridades canadienses para obtener una explicación del trato "inusualmente duro" al que fue sometida.

Paralelamente, el Gobierno también asevera, a otra pregunta de Oramas sobre los españoles deportados por Canadá en 2012 y 2013, que, como "nunca se permitió la entrada en territorio canadiense" de la joven, fue "inadmitida" y no "deportada".