Agentes de la Policía Nacional han detenido en Torrent (Valencia) a un joven de 20 años tras denunciar que había sido víctima de un robo con fuerza en su vehículo, por el que los presuntos ladrones se habían apoderado de teléfonos móviles. El joven había denunciado en dos ocasiones anteriores la sustracción de móviles, de los que se apropiaba y vendía a tiendas de segunda mano o a conocidos suyos, según ha informado la Jefatura en un comunicado.

Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de septiembre, cuando los agentes tuvieron conocimiento de que un hombre había sufrido un robo con fuerza en su vehículo en el que habían fracturado el bombín de la cerradura y se habían apoderado de doce paquetes que contenían 16 teléfonos móviles de última generación cada uno.

Durante las investigaciones, los policías averiguaron que la víctima había interpuesto otras dos denuncias similares en los meses de mayo y noviembre anteriores y que en una de las ocasiones se habían apoderado de 19 paquetes que contenían teléfonos móviles.

Además, los agentes averiguaron que la víctima se apropiaba de los teléfonos móviles y posteriormente los vendía en tiendas de segunda mano o a conocidos suyos, motivo por el que, tras ser localizado, fue detenido por presuntos delitos de simulación de delito y apropiación indebida.

Más tarde, los agentes averiguaron que junto a la víctima había otra persona que había realizado una venta de uno de los teléfonos sustraídos, un iPhone 4S, en una tienda de segunda mano, por el que había obtenido 264 euros. Al día siguiente, había realizado otra venta de un LG en otra tienda por el que había obtenido 52 euros.

Como consecuencia de estas investigaciones, los agentes detuvieron a otras seis personas, cuatro mujeres y dos hombres, de entre 19 y 52 años, de origen rumano, moldavo y español, por un presunto delito de receptación, a la vez que recuperaron ocho teléfonos móviles, aunque todavía continúan las investigaciones para esclarecer del todo los hechos.

Dos de los detenidos tienen antecedentes policiales, de los cuales uno ha pasado a disposición judicial, mientras que el resto han sido puestos en libertad tras ser oídos en declaración, no sin antes ser advertidos de la obligatoriedad de comparecer ante la autoridad judicial cuando sean requeridos.