La asociación de familiares de presos de ETA, Etxerat, ha organizado cadenas humanas para este domingo en cinco playas vascas para denunciar las consecuencias que sufren los allegados de los reclusos por "la dispersión" en los centros penitenciarios.

Bajo el lema "Condenados por ser familiares", Etxerat pretende denunciar "la política penitencia de excepción" que se aplica a los presos de la banda, y que se refleja en la existencia de un total de 599 reclusos, que cumplen prisión en un total de 79 cárceles. De ellos, sólo 10 reclusos están recluidos en prisiones vascas, mientras que la mayoría se encuentran a 800 ó 900 kilómetros de sus casas.

Además, este colectivo ha informado de que, en la actual situación de crisis económica, los desplazamientos para visitar a los presos supone un coste medio anual para cada uno de los familiares de 19.600 euros, y ha recordado que 16 allegados de reclusos "han perdido la vida en la carretera" para visitar a los reclusos.

Para denunciar esta situación, Etxerat realizará cadenas humanas, a las doce del mediodía de este domingo en las playas de Plentzia, Laida, Zarautz, San Sebastián y Hendaia. Además, el 27 de julio colocará banderolas en ciudades y pueblos con el lema "Euskal preso eta iheslariak etxera" (Presos y huídos vascos, a casa).

Asimismo, el 1 de agosto, a las 10.30 horas, se concentrará, como todos los años, ante el santuario de Loiola, en la localidad guipuzcoana de Azpeitia, con motivo de la misa de autoridades que se celebra con motivo de la festividad de San Ignacio, e interpelará a la comitiva que represente al Gobierno vasco.