El presidente provincial del PP de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, ha reclamado este miércoles al Servicio Andaluz de Salud (SAS) y a las "autoridades" de la Junta de Andalucía una "explicación urgente e inmediata" por el "empeoramiento notable" de la calidad de la comida suministrada a trabajadores en los puntos de Urgencias de la provincia, así como el inicio de una "investigación a fondo" de la cuestión.

Además, tras reunirse con el sindicato de enfermería Satse, Fernández de Moya ha anunciado que el PP jiennense va a llevar iniciativas a todos los ayuntamientos "afectados" por este suministro de comidas, a la Diputación y al Parlamento andaluz en relación a este asunto.

Según ha explicado en una nota el también alcalde de Jaén, este problema se ha originado después de que, a principios del pasado mes de abril, el SAS, "de forma unilateral, sin comunicación ni consulta previa a los trabajadores ni sus representantes legales", rescindiera los contratos que desde hacía "más de 20 años" mantenía suscritos con los bares y restaurantes locales para el suministro de comida a los médicos, enfermeros y celadores que trabajan en los 40 puntos de urgencia de la provincia.

En su lugar, ha añadido el líder popular, el SAS "contrató a una empresa con sede social en Madrid y cuyo suministro se realiza desde fuera de Andalucía", tras lo cual "ha empeorado de manera notable la calidad y la cantidad de comida suministrada", además de que "muchas de las empresas locales que hasta esa fecha venían prestando ese servicio se han visto abocadas al cierre o a despedir a trabajadores".

Además, "desde la implantación del nuevo contrato hay varios trabajadores que han padecido trastornos gastrointestinales como consecuencia de intoxicaciones alimentarias".

El presidente de los populares jiennenses ha negado que esta nueva contratación "esté reduciendo costes", ya que, según ha indicado, "el precio que antes quedaba fijado por comida y día era de ocho euros, pero ahora, al venir de fuera de Andalucía, se mantiene ese precio, pero 3,5 euros corresponden al transporte, por lo que hay un deterioro importante en la comida a la que solo se destinan 4,5 euros".

Asimismo, Fernández de Moya ha explicado que "ante el estado en que se encuentra la comida, muchos trabajadores optan por llevarse la comida de su propia casa, por lo que al final hay un encarecimiento para el trabajador, que paga de su bolsillo una comida que el SAS tiene obligación de prestar".