Manifestación en Tikrit

Unos 350 habitantes de Tikrit, el pueblo natal de Sadam Husein, se manifestaron ayer armados con rifles y pistolas en protesta por la ejecución el pasado sábado en Bagdad del ex presidente iraquí, acusado de torturar y matar a 148 opositores chiíes en 1982.

Además, las fuerzas estadounidenses e iraquíes desactivaron tres coches bombas en Hit (al oeste de Irak), en una operación que concluyó con la detención de otros veinticinco presuntos terroristas.

Aunque se desconoce la fecha y el número exacto de detenidos, su anuncio coincide con las medidas de seguridad aplicadas tras la ejecución del ex gobernante suní.

Nueva estrategia de Bush

Tras la ejecución, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, afirmó que Sadam Husein recibió «un juicio justo». Respecto a la situación del país, aseguró ayer que «los sacrificios no serán en vano, aunque no se atisba todavía el final». La próxima semana anunciará una nueva estrategia en Irak, entre las que se baraja un incremento de la presencia militar estadounidense.

«Es la horca de la desgracia»

Al vídeo difundido momentos después de la ejecución por la televisión iraquí Al-Iraqiya, se ha unido ahora una nueva grabación realizada con un teléfono móvil, que recoge los momentos previos a la muerte del ex dictador. Sadam Husein, vestido de oscuro, con un Corán en la mano, es llevado ante la horca mientras algunos de los presentes alaban al clérigo chií Muqtada Al Sadr. Uno de los seis verdugos presentes en la ejecución le grita «vete al infierno» y «que Dios te maldiga», actitud que le reprocha el presidente de la Fiscalía General con un lacónico «Por favor, este hombre va a ser ejecutado». En ese momento, Sadam, con la vista fija en la horca, afirma que es «la horca de la desgracia» y que la suya es «una demostración de hombría». Instantes después se corta la transmisión, aunque se escucha perfectamente el sonido del cuerpo al caer del cadalso.

La hija de Sadam le llama «mártir»

Raghad Sadam, la hija mayor del derrocado presidente iraquí Sadam Husein participó ayer, junto a centenares de personas, en una manifestación organizada en Jordania para condenar la ejecución de su padre, al que calificó de «mártir». «Gracias por vuestra solidaridad con el mártir», dijo Raghad, vestida de negro en señal de luto, en una alocución en la sede de la Unión de Sindicatos Profesionales en Amán.

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