Puigdemont espera "más que buenas palabras" de Fomento sobre las obras de reposición

El alcalde de Girona admite que ahora no existe la opción de soterrar el tren convencional
Carles Puigdemont
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EUROPA PRESS
Carles Puigdemont

El alcalde de Girona, Carles Puigdemont (CiU), espera "un poco más que buenas palabras" de la ministra de Fomento, Ana Pastor, en cuanto a las obras de reposición que espera la ciudad después de la llegada del tren de alta velocidad, para que la zona afectada recupere la normalidad.

"No es una ministra que cierre puertas; no ha sido nunca así. Siempre que hemos hablado ha sido muy correcta. Nada que decir sobre el trato, pero esperamos un poco más que buenas palabras", ha reconocido el alcalde en una entrevista de Europa Press.

De hecho, el consistorio está negociando con Fomento y Adif la redacción de un convenio —hasta el momento inexistente— que refleje los compromisos, calendarios e inversiones que deberá asumir cada parte para poder dejar la zona de la ciudad afectada por las obras del AVE "igual o mejor de lo que estaba".

"Ahora estamos en la fase en que todo el mundo ha entendido que tenemos que firmar papeles, y esto ya no puede esperar más. Estamos decididos a seguir adelante, y no le conviene (a la ministra) tener un conflicto sin resolver en Girona", ha matizado.

Puigdemont ha lamentado que las obras empezaran sin un convenio firmado, lo que actualmente hace difícil exigir a Fomento un compromiso de reposición que no tiene firmado, "que lo ha verbalizado siempre, pero que nunca ha firmado".

El trabajo del Ayuntamiento está ahora en conseguir este convenio para que "la zona afectada por las obras del AVE recupere la normalidad y lo haga en los términos que le convengan a la ciudad, aunque éstos quizá no sean los términos técnicos que Adif cree convenientes".

Pese a no tener convenio, Puigdemont ha recordado que la ejecución y el calendario de reposición ya se ha iniciado: "Nos embarraremos" —ha justificado— si el consistorio espera a tener el convenio en una negociación de tira y afloja que perjudicará a la ciudad.

Asegura que no hay motivos para pensar que sea un convenio difícil, aunque la única dificultad está en que el consistorio juega con desventaja porque ya han hecho las obras y ya han "trinchado" la ciudad.

Ahora falta acordar el modelo de financiación y las cantidades: "Pedimos reposiciones que vayan más allá de las que el Gobierno entiende que debe reponer, que son estrictamente las zonas que ha tocado, pero ya que estamos en este viaje aprovechémoslo y replanteemos algunas zonas".

"Si podemos hacerlo conjuntamente —ha añadido—, si tenemos que hacer un pequeño esfuerzo, lo haremos, pero que el resultado final valga la pena y se haga con los criterios no Adif, sino con criterios Girona".

Tren convencional

Aparte de todo lo que afecta al AVE, la ciudad todavía tiene pendiente el proyecto de soterrar el tren convencional, aunque el alcalde admite que "ahora mismo no existe la opción de soterrar el tren convencional".

"Cuando hablamos del convencional lo tenemos que hacer con honestidad, rigor y realismo. No hay un proyecto sobre la mesa de inversiones ni a corto, medio y tampoco a largo plazo", ha afirmado.

"Existe una situación quimérica, que es que el Ayuntamiento asuma los costes con la Generalitat, pero no estamos dispuestos a hacerlo", dice Puigdemont; en su opinión, la crisis dificulta situar el soterramiento como una prioridad para Girona.

El alcalde entiende que la ciudadanía puede reprocharles que renuncien a este proyecto, pero cree que es mejor esto que engañar al ciudadano diciéndole que, si se aprieta un poco más, podrá conseguirse: "No es verdad; a la gente se lo explico así".

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