El escritor Benjamín Prado ha afirmado que en España existe un grupo de personas que lee mucho, aunque cree que también se está "abaratando el concepto de lo que es un escritor" y seguramente también lo está haciendo la calidad de los lectores.

El autor nacido en la localidad de las Rozas (Madrid), ha anunciado que en septiembre publicará dos libros: una novela y otro de relatos, que están en cierto modo relacionados.

Prado, que ha cerrado esta semana el ciclo Confesiones de Autor de la Fundación Duques de Soria de Ciencia y Cultura Hispánica, considera que "no todo el mundo que tiene un cierto éxito es un gran escritor y no todos los que no lo tienen, no lo son".

El autor madrileño, que publicó en 1995 su primera novela, Raro, ha recordado que su trayectoria literaria tiene que ver más con el azar que con una estructura meditada, ya que dio el paso tras cruzarse en la vida con escritores que le han enseñado y marcado.

Puede presumir —"chulearme", ha dicho—, de ser un ávido lector, aunque nunca había pensado en dedicarse a la poesía, un paso en el que le influyó el haber conocido, a los dieciocho años, a Rafael Alberti y dar vueltas por España y el mundo con él, o a escribir novelas, si no se lo hubiese propuesto el editor Enrique Murillo en la redacción del suplemento Culturas de Diario 16, al que perteneció.

Prado ha recordado que conoció a Alberti en un bar tras leer dos de sus libros, se los comentó y recuerda: "Me invitó a un gin-tonic y fuimos amigos durante catorce años".

Viajó con Alberti "unas siete mil seiscientas veces" a Soria para ver la tumba de Leonor (esposa de Antonio Machado), en lo que el poeta gaditano llamaba los viajes literarios. "Me divierto mucho escribiendo, aunque lo que no podría hacer es estar sin leer", ha subrayado.

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