Montero lamenta la muerte del niño por no comprobar una sonda, pero apela a la excepcionalidad de estos casos

La consejera de Salud y Bienestar Social, María Jesús Montero, ha lamentado este jueves el fallecimiento de un niño al que no le realizaron en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla una radiografía con la que se hubiera determinado que la sonda de gastroctomía que tenía el niño, y por la que se alimentaba debido a su hiperinsulinidad, había perdido su correcta posición.

La consejera de Salud y Bienestar Social, María Jesús Montero, ha lamentado este jueves el fallecimiento de un niño al que no le realizaron en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla una radiografía con la que se hubiera determinado que la sonda de gastroctomía que tenía el niño, y por la que se alimentaba debido a su hiperinsulinidad, había perdido su correcta posición.

En este caso, el juzgado de lo Contencioso Administrativo número 12 de Sevilla ha condenado al Servicio Andaluz de Salud (SAS) a indemnizar con 105.133 euros a los padres de este niño de 13 meses, que falleció en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla en octubre de 2009 por no realizarle dicha prueba. La sentencia, facilitada ayer miércoles por la asociación Defensor del Paciente, recoge además en sus fundamentos derecho que el fallecimiento se debió a una "cadena de errores" en la atención sanitaria recibida en el mencionado hospital.

A preguntas de los periodistas en Sevilla, Montero ha lamentado así "este tipo de situaciones no deseadas", si bien ha apelado "al compromiso de los profesionales con la asistencia en las mejores condiciones posibles", al tiempo que ha querido dejar claro que "la inmensa mayoría" de actos sanitarios "se resuelven afortunadamente con normalidad y buenos resultados en salud".

De otro lado, ha aprovechado para enfatizar la existencia de "algunas entidades, fundamentalmente despachos de abogados, que tramitan este tipo de quejas y negligencias, de las que se encargan de publicitar, porque para ellos representa siempre una atracción adicional, aunque no comunican aquellas que pierden en los tribunales, sino las que ganan".

"Y más allá de que los nombres que puedan tener esos despachos o entidades puedan parecer, a la lectura de un ciudadano, como si fueran administraciones, se trata de bufetes", ha resaltado Montero, para quien este hecho "puede dar una imagen distorsionada de lo que ocurre". El SAS, ha proseguido, "no publicita las demandas que se le ponen, pero de las que finalmente sale (la Administración) absuelto en los tribunales".

"Por eso hay que poner siempre estas cuestiones en relación, no vaya que se dé la falsa apariencia de que en el sistema sanitario no se proveen los medios necesarios para que las personas estén bien diagnosticadas, porque sí lo hacemos", ha zanjado.

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