Un jurado declara culpable al acusado de matar a su mujer e intentar quemar su casa en Mutxamel (Alicante)

Un jurado popular de la Audiencia de Alicante ha declarado culpable de asesinato, alevosía, ensañanamiento e incendio al hombre acusado de matar a su esposa, con la que tenía dos hijos de cinco y un año, tras golpearla con un martillo en la cabeza y asestarle nueve puñaladas, así como de intentar quemar la vivienda en la que residían en Mutxamel (Alicante) con ella dentro. El procesado admitió los hechos durante el juicio y manifestó que actuó de este modo por un "arrebato", después de que la víctima le anunciara su intención de separarse.
Representantes de una mujer presuntamente asesinada por su marido
Representantes de una mujer presuntamente asesinada por su marido
EUROPA PRESS
Representantes de una mujer presuntamente asesinada por su marido

Un jurado popular de la Audiencia de Alicante ha declarado culpable de asesinato, alevosía, ensañanamiento e incendio al hombre acusado de matar a su esposa, con la que tenía dos hijos de cinco y un año, tras golpearla con un martillo en la cabeza y asestarle nueve puñaladas, así como de intentar quemar la vivienda en la que residían en Mutxamel (Alicante) con ella dentro. El procesado admitió los hechos durante el juicio y manifestó que actuó de este modo por un "arrebato", después de que la víctima le anunciara su intención de separarse.

Según ha informado este jueves el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) en un comunicado, el fiscal ha elevado la petición de pena de asesinato de 20 a 23 años, al apreciar el jurado ensañamiento y alevosía.

Los hechos se remontan a abril de 2011 cuando, según las conclusiones provisionales del fiscal, este hombre "decidió acabar con la vida de su esposa", de 29 años, tras comunicarle ésta "su intención de separarse" y como "no aceptaba esa decisión, lo preparó todo" para que los dos hijos comunes no estuvieran esa mañana en la casa, por lo que dejó al mayor en el colegio y al pequeño con los abuelos paternos.

Posteriormente, "sin mediar discusión previa", propinó a la víctima un golpe en la cabeza con un martillo "de forma sorpresiva" y le asestó nueve puñaladas en pecho y abdomen. Después, roció la casa y el cuerpo con gasolina y prendió fuego "para destruir todo vestigio, y sabiendo que había más vecinos" en el edificio, llamas que afectaron a varias estancias del piso, así como al domicilio de una vecina.

En el mismo sentido se pronunció la acusación particular, en representación de la familia de la fallecida, que añadió el agravante de ensañamiento, mientras que las acusaciones ejercidas por la Abogacía del Estado y de la Generalitat Valenciana se sumaron a la exposición del fiscal. Por su parte, la defensa aseguró que prendió fuego a la vivienda para quitarse la vida, "no para destruir pruebas".

Tras la exposición de las partes, el acusado se reconoció autor de los hechos y respondió a todas las preguntas que le formularon, aunque señaló que no recuerda "nada" desde que se produjo el apuñalamiento hasta que se despertó en un hospital "rodeado de tubos".

El procesado indicó que él y su mujer comenzaron a discutir en la cocina por problemas económicos, cuando "surgió el tema de la infidelidad", se giró para romper un cristal con un martillo y, al darse la vuelta, vio que su esposa empuñaba un cuchillo.

"Me abalancé sobre ella para quitarle el cuchillo, lo cogí por la hoja y caímos al suelo. Perdí la cabeza y en lugar de tirarlo la apuñalé. Me volví loco, no sé qué decir", relató. Según explicó, la gasolina que empleó era de unas latas usadas para recargar un mechero, y negó así que hubiera ido días antes a una gasolinera a comprarla.

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