El presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), Antonio Fontenla, ha expresado "cierta inquietud" por el futuro de Novagalicia Banco y ha asegurado que a la patronal le "embarga cierta sensación de incertidumbre sobre cómo se va a cubrir el importante espacio" tras la desaparición de las cajas gallegas, puesto que las empresas gallegas "pudieron contar con el favor de las cajas para disponer de crédito".

Durante su intervención en la comisión de investigación de las cajas, que celebra esta semana la última de comparecencias, Fontenla también ha destacado la importancia de que "haya un banco con sede" en Galicia, aunque "sea de capital extranjero", porque habrá una "importantísima aportación de gallegos en la gestión", y porque sería "muy deseable" para que haya más competencia.

"A los empresarios les gustaría una entidad con centro de decisión en Galicia, en la línea con las cajas, con personas que conozcan la realidad de los sectores productivos no para una forma puntual, sino para acompañarles en su desarrollo", ha incidido.

Al respecto del futuro de Novagalicia Banco, el portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy, ha manifestado que "no es una sorpresa" que las entidades con dinero público NCG sean "devueltas al mercado", pero ha puesto el acento que "la salida no es lo mismo", que vaya a un inversor extranjero que mantenga una entidad financiera propia en el territorio gallego o que el banco sea integrado en otra entidad o en más de una, de forma retirada.

"Nosotros consideramos que lo lógico sería que se mantuviese como una entidad financiera autónoma, que eso sería bueno para la economía gallega", ha remachado.

"desconocemos los pormenores"

Y sobre la apuesta por la fusión por parte de la patronal gallega, que también firmó el manifiesto 'Galicia ten dereito' —suscrito por sindicatos, PP y BNG—, ha señalado que esta decisión se adoptó en función de las informaciones que se fueron conociendo.

"Desconocemos los pormenores, la información era la que nos proporcionaban las entidades y agentes públicos del ámbito de control. No había información privilegiada", ha explicado, al respecto de lo que ha indicado que los empresarios apostaron por la fusión porque "sostenía mejor los intereses de gallegos", y ha indicado que el SIP es una fórmula que "con el tiempo se ha demostrado de escasa viabilidad".

De esta manera, al respecto de su postura inicial a favor de que se mantuviesen por separado las dos entidades, se debía a que las dos cajas —Caixa Galicia y Caixanova— decían que podrían mantenerse de ese modo. También indicó que en la reunión que mantuvo con el gobernador del Banco de España, en enero de 2010, éste les recomendó que apostasen por el SIP de las entidades gallegas, por el que tenía "un claro empeño". La fusión fue autorizada seis meses después por el regulador.

Para Fontenla, el motivo de la desaparición de la caja fusionada y su bancarización se debió al "deterioro de la economía y el recrudecimiento de las peticiones (de capital) que dieron al traste" con la integración.

"No pudo aguantar el vendaval regulatorio al poco de fusionarse", ha expresado el presidente de la patronal, quien también detectó que hubo una "lucha" entre las cajas para ser una superior a otra, y de ahí su expansión fuera de Galicia.

Actividad inmobiliaria

Duramente criticado por su gestión como empresario de la construcción por parte de la diputada de AGE Yolanda Díaz, y en la expansión inmobiliaria, que a lo largo de la comisión se ha revelado como uno de los problemas de la situación de la cajas, Fontenla ha señalado, a modo de ejemplo que "no habría una Seseña sin licencia municipal para una Seseña". Es decir, ha compartido culpas entre los arquitectos, comunidades, ayuntamientos, aunque también entre los empresarios.

En esa época, dijo, había una "facilidad de licencia" y los bancos tenían "muy barata" la financiación de las entidades alemanas. "Entre todos la matamos y ella sola se murió", ha sentenciado Fontenla, al que la diputada de AGE le preguntó "cuál fue el porcentaje" de participación en el "tsunami depredador" y a quien le recriminó "ciertos fraudes" denunciados por los sindicatos.

En respuesta a las preguntas de la oposición en medio de un debate de carácter ideológico, Fontenla defendió sus palabras apoyando la reforma laboral, porque cree que ha "mejorado" aspectos, aunque todavía la "patronal no está satisfecha" y "hay detalles que pulir", para "aproximarse a los socios europeos con los cuales hay que competir".

Asimismo, también ha hecho una defensa de la "eficiencia de la libre empresa" frente a las administraciones públicas. Dijo que las empresas "son más ágiles y funcionan mejor", a lo que la viceportavoz de AGE le respondió que hoy en día las empresas "no asumen riesgos", sino que se embolsan los beneficios y "socializan las pérdidas".

Preferentes e indemnizaciones

Sobre la venta de participaciones preferentes y subordinadas, y a la pregunta de si hubo algún tipo de presión para comprarlas, ha señalado que algunos empresarios acudían a refinanciarse a las cajas y "al mismo tiempo les recomendaban comprar preferentes y subordinadas". "Creo que no se explica que alguien que necesita dinero compre si no hay algo detrás de ese tema", ha dejado encima de la mesa.

En cuanto a las indemnizaciones de los exdirectivos, Fontenla ha recordado que es una cuestión que está en la Audiencia Nacional y que debe ser la instancia jurídica la que determine si son "abusivas o no", pero ha manifestado que él no conoce a nadie que haya cobrado estas cuantías salvo dos personas de una entidad bancaria.

El portavoz parlamentario del PSdeG, Abel Losada, ha concluido que, a lo largo de esta comisión, la respuesta se enmarca en el "mito de la confianza", en que salvo alguna excepción, auditorías, gestores y consejo "confiaban" los unos en los otros. "Un círculo cerrado en la confianza", ha descrito.

Por su parte, la diputada del BNG Carme Adán ha preguntado por la utilidad de una banca pública y recriminó los cambios de posicionamiento del presidente de la patronal al respecto de la fusión.