El presunto testaferro del Duque en Suiza pide el archivo de su imputación al negar que mediase en su favor

Robert Cockx afirmó ante el juez que trabaja para terceras personas pero "no para políticos ni criminales"
Iñaki Urdangarin
Iñaki Urdangarin
EUROPA PRESS
Iñaki Urdangarin

Robert Cockx, presunto testaferro de Iñaki Urdangarin en Suiza, ha solicitado el archivo de su imputación en el marco del caso Nóos al negar que haya participado en una operación de Intersiones Finacieras Aguas de Valencia (AGVAL) para que el Duque de Palma pudiese cobrar 375.000 euros por servicios de búsqueda de inversores que finalmente no fructificaron, rechazando así haber cometido delito alguno en el marco de esta operación.

Sin embargo, el sindicato Manos Limpias, personado como acusación popular, se ha opuesto a la petición de sobreseimiento al alegar, mediante un escrito al que ha tenido acceso Europa Press, que en la causa "hay más que motivos y pruebas suficientes que acreditan que el señor Cockx sabía que el destinatario de las transferencias era el señor Urdangarin".

En su última declaración ante el juez instructor José Castro, el encausado ya manifestó que participó en esta operación pero negó de forma tajante que lo hiciera en favor del Duque. De hecho, recordó que intervino en este negocio al prestar una cuenta localizada en Suiza a nombre de una de las empresas de su propiedad, Alternative General Service, a cambio de un 5 por ciento del dinero que abonó AGVAL por la búsqueda de inversores.

Sin embargo, la Fiscalía postula que detrás de esta operación se encuentra el marido de la infanta Cristina, quien habría cobrado 140.000 euros a través de esta cuenta por unos trabajos para AGVAL que no llevó a cabo.

En su comparecencia, Cockx señaló que en su trayectoria como impulsor de nuevas empresas para terceros clientes ha evitado tratar "con políticos y criminales", asegurando no conocer a Urdangarin como tampoco al colaborador de éste, José María Treviño. El encausado precisó entonces que tiene en su haber unas 50 sociedades constituidas, si bien sostuvo que no utilizó ninguna de ellas en beneficio del Duque.

El Ministerio Público sostiene que fue a principios de 2008 cuando Urdangarin se puso en contacto con el presidente de AGVAL, Eugenio Calabuig, para impulsar estos proyectos, por los que finalmente la mercantil abonó tres facturas por un total de 375.000 euros.

A efectos de mantener la opacidad de las transacciones, la Fiscalía subraya cómo el colaborador de Urdangarin habría utilizado los servicios de Cockx, quien para ello cedió Alternative General Services, domiciliada en Irlanda y cuya cuenta corriente estaba radicada en Laussane (Suiza), cobrando a cambio un 5 por ciento de las operaciones a cambio de figurar en las mismas.

Así, el contrato entre Urdangarin y Treviño con Calabuig fue suscrito formalmente por Cockx en representación de Alternative, todo ello por la búsqueda y localización de proyectos de inversión que finalmente no se realizaron, lo que motivo la rescisión del acuerdo rubricado.

Fue entonces cuando Cockx, por orden del Duque de Palma y su colaborador, emitió tres facturas contra AGVAL por un importe global de 375.000 euros, que fueron transferidos en la cuenta corriente de Cockx en Suiza. Acto seguido, el presunto testaferro, tras descontar su 5 por ciento, traspasó la cantidad restante a otra cuenta del país suizo perteneciente a la empresa Star Opcions, perteneciente a Treviño.

De este modo, desde la cuenta del colaborador del marido de la Infanta Cristina finalmente se realizó otra transferencia, por importe de 140.000 euros, para el pago de los servicios del propio Urdangarin, según sostienen los investigadores.

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