Ourense marca el territorio con la revisión de los lindes de hace cien años

Equipos técnicos de la ciudad y cinco municipios vecinos revisan los mojones del Instituto Geográfico Nacional de principios del siglo XX
OURENSE 29/06/2013:EMBALSE DE CASTADÓN: Cola del embalse de Castadón, con una pa
OURENSE 29/06/2013:EMBALSE DE CASTADÓN: Cola del embalse de Castadón, con una pa
EUROPA PRESS/ROSA VEIGA
OURENSE 29/06/2013:EMBALSE DE CASTADÓN: Cola del embalse de Castadón, con una pa

Los 84,5 kilómetros cuadrados del municipio de Ourense, delimitados entre mojones registrados durante 1921 en varias actas del Instituto Geográfico Nacional (IGN), están sometidos a variaciones en sus límites con los vecinos municipios de Barbadás, San Cibrao das Viñas, Pereiro de Aguiar, Amoeiro y Coles, a medida que surgen urbanizaciones y fábricas o espacios públicos como aparcamientos y embalses, divididos entre dos territorios.

La concejala de Urbanismo de Ourense, Aurea Soto, explicó a Europa Press que estas situaciones son muy habituales en los límites territoriales de todos los ayuntamientos, aunque sólo ante cuestiones urbanísticas puntuales "surge la necesidad de ajustar las líneas originales pues se dan casos en que las cartografiadas por el IGN ya no coinciden con las del catastro o se movieron o desaparecieron mojones y hay que recuperar las líneas que marcaban", relató.

La primera "guerra de lindes" de Ourense se produjo con Barbadás hace 20 años, tras la construcción del gran espacio comercial, con licencia otorgada por el equipo del alcalde de Barbadás José Manuel Freire Couto, aunque 10.000 metros del supermercado sobrepasaban los lindes y estaban en territorio de la ciudad, gobernada entonces por Manuel Veiga Pombo.

Guerra por el territorio

Fue la primera y única 'guerra' dialéctica por el territorio local, reactivada años más tarde por el también alcalde de Ourense Manuel Cabezas, con el mismo Freire Couto, a cuenta de un espacio limítrofe destinado a viviendas unifamiliares. Entonces, se resolvió por "acuerdo mutuo" tras la aprobación en ambos municipios de informes técnicos que cambiaron la línea limítrofe para que toda la urbanización pasase a Barbadás.

Soto recordó que en el mismo proceso, un espacio de Barbadás en la orilla izquierda del río Miño, pasó a ser territorio de Ourense lo que permitió construir un aparcamiento público para el espacio termal de Outariz, "y el ajuste definitivo acordado incluye el pago de 80.000 euros por parte del municipio de Barbadás al de la ciudad de Ourense, en aras del equilibrio financiero en el canje territorial".

La frontera en torno al supermercado, construido a mediados de los años 90, se saldó con la fijación definitiva de lindes que supone que un tercio del centro comercial es de Ourense y los otros dos tercios de Barbadás, mientras que el límite en la zona de la urbanización y en la del río deberá ser cambiado en los mapas del IGN. Esto implica un proceso que aún tardará años, pero que ya cuenta con la aprobación de la Diputación de Ourense desde hace varios días. Está pendiente de un informe de la Xunta, lo que conducirá al correspondiente cambio en la cartografía oficial.

Actas y hemeroteca

Nuevas reclamaciones de propietarios de viviendas impulsan ajustes en Ourense, al tiempo que el IGN ha publicado un 'Protocolo para la recuperación y mejora geométrica de las líneas límite', de febrero de 2013, en el que se detalla todo el proceso técnico necesario para actualizar lindes.

Fuentes de la concejalía explicaron que habrá dificultades añadidas al ajustar el trazado de lindes con Amoeiro y Coles, vecinos por el norte y noroeste de la ciudad, pues ahí los lindes no corresponden al actual municipio de Ourense, sino al viejo de Canedo, que existió hasta el año 1943 y que hoy se corresponde con el gran barrio de A Ponte, desarrollado en la orilla derecha del río Miño.

"Para conocer los límites, deberemos transcribir de nuevo las actas del año 1921 en las que se describen los mojones y su situación y comprobar su estado actual, pero esto ya se hará con un equipo técnico mixto de los ayuntamientos afectados y para evitar problemas futuros, siguiendo el nuevo protocolo del IGN".

Mutuo acuerdo

Distinta es la situación con San Cibrao das Viñas, según la concejala, en terrenos situados cerca del recinto ferial de Expourense, pues allí los propietarios de viviendas detectaron que "los lindes con los que trabaja el Catastro son diferentes a los que proceden del IGN y tienen los ayuntamientos", así que "los técnicos de ambos lados están de acuerdo y demandan al catastro que corrija sus límites catográficos. Ahora, añadió, el "catastro debe aceptar la petición y reclamar la corrección al IGN".

Entre Ourense y Pererio de Aguiar, también se plantean nuevos límites tras un pequeño canje como en Barbadás, pero sin guerra dialéctica, pues las líneas se moverán "de mutuo acuerdo" y los plenos de ambos ayuntamientos aprobarán en breve la petición del cambio, basada en informes técnicos.

Afectará a una urbanización residencial situada en el lugar llamado Monterrei, cercana al campo de golf, actualmente dividida entre ambos municipios y que pasará a ser de Pereiro de Aguiar. A cambio, el cercano embalse de Castadón pasará totalmente al territorio de la ciudad de Ourense, con un equilibrio financiero que no precisará ajustes pues el IBI de las viviendas se equipara al IBI especial del embalse.

Rigor técnico

Cada pequeña variación de apenas unos metros, según fuentes técnicas, supone un despliegue investigador y de trabajo de campo, pues hay que buscar, por ejemplo, los 18 mojones descritos en actas de los años 20 entre Ourense y Barbadás, donde además aparece marcado un "mojón auxiliar" descrito como "cruz grabada en piedra granítica", y otros de especial interés como los que limitan tres municipios, de los que hay uno entre Ourense, Barbadás y el antiguo Canedo, pendiente de localizar.

El recién aprobado protocolo del IGN indica que esta necesidad de actualizar límites, viene impuesta porque en pleno siglo XXI. Sólo Madrid, Cantabria, País Vasco y Cataluña afrontaron ya este proceso, pero el resto, siguen con datos de finales del siglo XIX y principios del XX y manipulaciones posteriores en la digitalización con el resultado de desplazamientos que pueden ser de decenas de metros respecto de la verdadera posición de mojones", lo que motiva falta de rigor técnico y jurídico para actuar.

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