El presidente del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia, Ibon Areso, ha presidido el acto de puesta en servicio del emisario submarino perteneciente al saneamiento de Gorliz, Plentzia y Barrika y ha destacado "la importancia" de la obra y su influencia en la "calidad de las playas".

En el acto, desarrollado en el Paseo de Gorliz y que ha contado con la presencia del subdelegado del Gobierno en Bizkaia, Ignacio Erice, así como de los alcaldes de los municipios afectados, el director técnico de la obra, Miguel Gómez, ha remarcado que la infraestructura ha representado un "desafío técnico" y se ha convertido en "el primer emisario de estas características en Bizkaia".

Las obras del emisario submarino de Gorliz permiten el vertido al mar de las aguas residuales de la cuenca baja del río Butrón que, una vez tratadas, cumplen con los objetivos de calidad. Por motivos de economía y seguridad se ha optado por un sistema de dos emisarios, uno principal y otro de emergencia.

Con un presupuesto de 7,6 millones de euros, la infraestructura ha estado financiada por la Diputación de Bizkaia y el Consorcio de Aguas y la ejecución del proyecto ha correspondido a Ferrovial.

El emisario consta de una parte terrestre que entró en funcionamiento en 2009 y otra submarina, que es la que se ha puesto en servicio este viernes. Ésta discurre mar adentro y dispone de un emisario principal de 1.040 metros y otro de emergencia de 485 metros que transcurren a una profundidad de 30 metros.

La conducción del emisario principal es capaz de transportar un caudal de 303 litros/segundo, mientras que los caudales que excedan de este valor deberán derivarse por el emisario de emergencia, a través del aliviadero en la cámara de carga. Este entrará en funcionamiento cuando el principal quede fuera de servicio por avería o trabajos de mantenimiento.

"Se trata de una obra importante para los municipios de Gorliz, Plentzia y Barrika porque representa el tratamiento en la recogida de sus aguas residuales, pero también para la calidad de sus playas", ha indicado Areso, para añadir que la ejecución se ha llevado a cabo en dos fases.

Asimismo, ha destacado el hecho de que el emisario submarino vertirá aguas ya tratadas y depuradas, "pero que siempre tienen alguna bacteria y es mejor que no caigan cerca de las playas".

Por su parte, el director de la obra, Miguel Gómez, ha destacado que la obra ha representado un "desafío técnico" que viene a corregir los problemas que generaba la anterior conducción que contaba con más de 50 años de antigüedad.

Según ha subrayado, la nueva conducción que se prolonga bajo el mar hasta un emisario submarino permitiría que, "aunque la depuradora de Gorliz no funcionase", las playas no se vieran afectadas por la contaminación bactereológica.

El emisario submarino es el primero de estas características que se lleva a cabo en Bizkaia y ha obligado a elaborar una evaluación individualizada de impacto ambiental. Ello ha obligado a llevar a cabo una exploración arqueológica del fondo submarino, así como un control de las aves que podían verse amenazadas y la replantación de especies autóctonas en las inmediaciones.