El retrato como máscara que oculta o como metamorfosis que abre posibilidades transformadoras. Entre estas dos opciones de presentación de la fisonomía se han movido desde el siglo XIX casi todos los grandes fotógrafos mexicanos, hijos de un país que siente "devoción por el retrato" y la imagen humana.

El libro A través de la máscara. Metamorfosis del retrato fotográfico en México, editado simultáneamente en español e inglés —en este idioma con el título Mexican Portraits (Retratos mexicanos)—, es la primera gran antología que viaja por la fascinación colectiva mexicana hacia la representación o la mutación del rostro humano. La monografía, con 400 fotos, incluye obras de todo el elenco de los grandes fotógrafos de una tierra especialmente fértil para la fabulación, entre ellos Graciela Iturbide, Pedro Meyer, Enrique Metinides y Manuel Álvarez Bravo.

Según el coordinador de la publicación, Pablo Ortiz Monasterio, fundador del Centro de la Imagen de México DF, el resultado final del libro compone una especie de "instantánea colectiva" de los mexicanos donde todos los rostros son posibles aunque ninguno en particular sea reconocible. Apunta también que fue especialmente fructífero ahondar en la historia de los retratistas mexicanos, porque sus trabajos invitan a cuestionar las fronteras del subgénero fotográfico del retrato, que vive en nuestros días un "verdadero boom".

El fotoensayo, con obras de más de ochenta firmas, revela con claridad, sobre todo a partir de la renovadora generación de artistas de los años setenta, cómo el retrato ha dejado de ser la plasmación fotográfica de un rostro, llegando incluso a prescindir de la persona retratada. Algunos de los capítulos, como El retrato de la tribu y El retrato en ausencia ahondan en esta posibilidad y presentan el subgénero como modo de representación generacional o poético.

En el centro de la selección están las dos nociones que conforman la tesis del libro: máscara y metafomosis de la cara, la parte más comunicativa del cuerpo humano, con capacidad para revelar y ocultar emociones, y el cambio que busca superar lo temporal. En este amplio marco caben los retratos documentales de la obscuridad política mexicana de Marco Antonio Cruz, la mirada afiebrada y surreal de Lourdes Grobet o la indagación en la soledad de Maya Goded.

También hay espacio para los novísimos, como Eunice Adorno, más cercana al espíritu postmoderno y menos preocupada por herencias nacionales; Mayra Martell, autora de una emotiva serie sobre las mujeres asesinadas o desaparecidas en Ciudad Juárez; el decididamente conceptual Gabriel de la Mora, y el constructor de historias densas y efectistas Gerardo Montiel Klint.

El libro, una iniciativa de la Fundación Televisa, ha aparecido publicado en español por Lunwerg, uno de los sellos de la editorial Planeta y en inglés por Aperture Foundation. La obra se puede bajar gratis como aplicación para la tableta iPad.