El vicepresidente del Partido Aragonés (PAR) y portavoz en las Cortes, Alfredo Boné, y el portavoz en la Comisión de Obras Públicas, Manu Blasco, han presentado una proposición no de ley con la que el grupo parlamentario pretende que el Plan de Racionalización del Transporte Ferroviario no perjudique a Aragón.

Este Plan fue aprobado el 28 de diciembre de 2012 por el Consejo de Ministros, y contempla la reestructuración de la red de trenes de media distancia con la suspensión de líneas con baja ocupación.

Boné ha recordado este martes, en el transcurso de una rueda de prensa, que el Acuerdo de Gobernabilidad suscrito para la actual legislatura incluye "promover unos servicios de trenes regionales de calidad y frecuencias suficientes".

También ha subrayado que se estableció un plazo de seis meses para aplicar el Plan de Racionalización, y que antes del próximo 30 de junio el Consejo de Ministros podría definir los trayectos sujetos a obligación de servicio público, que serán revisados cada dos años.

"Estamos en un proceso de progresivo abandono del medio rural en favor del urbano, y las tendencias se mueven en la misma dirección. Por ello, ha sentenciado Boné que "para el mundo rural el acceso a los servicios básicos es fundamental".

En este sentido, el portavoz del PAR ha justificado la propuesta parlamentaria en la necesidad de apoyar al Ejecutivo autonómico para que defienda en Madrid el mantenimiento de todas las líneas de ferrocarril actualmente en servicio en Aragón, ya que la red de transportes ferroviarios juega en Aragón un papel fundamental, rechazando cualquier cierre e insistiendo en la declaración de "obligación de servicio público". Boné ha resaltado que "una decisión no debe basarse principalmente en el beneficio económico, sino en el social y territorial".

El PAR también ha reclamado en su iniciativa que se impulsen, en su caso, las medidas complementarias precisas por parte de la Administración autonómica. Igualmente ha instado a reclamar una adecuada inversión pública para mantener y mejorar las líneas y una buena planificación de servicios y frecuencias para los trenes de pasajeros. "Si quitamos los servicios cada vez será más difícil que la gente viva en el medio rural; debemos pelear con todas nuestras fuerzas para que no sea así", ha resumido Boné.

Por su parte, Manu Blasco ha recalcado que el Plan de Racionalización del Transporte Ferroviario tiene un claro "carácter economicista" que no beneficia a Aragón dadas sus peculiaridades y características, como la dispersión de población, la orografía, la densidad poblacional y otros. Ha valorado que los criterios de rentabilidad supondrían "desatender la obligación de servicio público sin haber tenido en cuenta las peculiaridades aragonesas".

"Nuestra proposición defiende todas las líneas de ferrocarril de Aragón, rechaza el cierre de cualquiera de ellas y pide el mayor consenso posible en las Cortes para que el Gobierno central tome buena cuenta y la cumpla", ha señalado Blasco.