El G-8 está lejos de un acuerdo sobre Siria en su blindada cumbre norirlandesa

  • Los jefes de Estado y de Gobierno de EEUU, el Reino Unido, Alemania, Japón, Francia, Italia, Canadá y Rusia estarán reunidos dos días en un exclusivo hotel.
  • Esta reunión se produce después de que Estados Unidos asegurara que el régimen de Al Asad utilizó armas químicas contra los rebeldes.
  • Mientras Cameron y Van Rompuy hablan de la necesidad de una solución pacífica, Barack Obama apuesta por armar a los rebeldes sirios.
  • EE UU y Rusia coinciden en la urgencia de poner fin a la violencia en Siria.
  • El presidente del Consejo Europeo aseguró que la eurozona ha superado la "amenaza existencial" que pendía sobre la Unión Europea.
El primer ministro británico, David Cameron (i), da la bienvenida al presidente estadounidense, Barack Obama, en Lough Erne, en Irlanda del Norte.
El primer ministro británico, David Cameron (i), da la bienvenida al presidente estadounidense, Barack Obama, en Lough Erne, en Irlanda del Norte.
EFE
El primer ministro británico, David Cameron (i), da la bienvenida al presidente estadounidense, Barack Obama, en Lough Erne, en Irlanda del Norte.

La cumbre de los países más industrializados del mundo (G-8) comenzó en un aislado e idílico paraje norirlandés, dominada por las diferencias sobre el conflicto de Siria y rodeada de un dispositivo de seguridad sin precedentes. Los jefes de Estado y de Gobierno de EEUU, el Reino Unido, Alemania, Japón, Francia, Italia, Canadá y Rusia estarán reunidos dos días en el exclusivo hotel de Lough Erne, al borde de un lago en plena campiña, protegido por una valla de siete kilómetros y un despliegue policial nunca visto en esta provincia británica de conflictivo pasado.

Con más nubes que claros en el cielo y lluvia intermitente, el G-8 evidenció desde primera hora las diferencias sobre el conflicto en Siria entre partidarios y detractores del régimen de Bachar al Asad, que ha causado 90.000 muertos en dos años y que marcará la agenda política del encuentro.

Mientras el anfitrión, el primer ministro británico David Cameron, y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, hablaban de la necesidad de una solución pacífica y no se pronunciaban sobre armar a los rebeldes sirios, el presidente estadounidense, Barack Obama, apuesta por esta opción a la que se opone frontalmente su colega ruso, Vladímir Putin.

El G-8 llega a Lough Erne, cerca de la tranquila localidad de Enniskillen, después de que Estados Unidos asegurara que hay evidencias de que el régimen sirio utilizó armas químicas contra los rebeldes y del rechazo de Rusia a una zona de exclusión aérea sobre Siria por considerar que viola el derecho internacional.

EE UU y Rusia, más cerca

Estado Unidos y Rusia reconocieron que sus posiciones respecto al conflicto en Siria son divergentes, pero subrayaron que comparten el interés mutuo de poner fin a la violencia y que las partes negocien. Los presidentes de EEUU, Barack Obama, y de Rusia, Vladímir Putin, abordaron la dramática situación de Siria durante una reunión que duró más de dos horas.

"He tenido una conversación con Putin sobre la tragedia que se está viviendo en Siria. Compartimos que hay que reforzar la cooperación en este asunto", dijo Obama al término de la reunión, mientras que Putin insistió en que ambos "queremos parar la violencia y que las dos partes se sienten a negociar".

Putin, por su parte, mantiene su rotundo rechazo a cualquier intento de Occidente de suministrar armas a los rebeldes del país árabe, si bien Moscú continúa justificando su suministro de ayuda militar a Damasco. "Tenemos opiniones divergentes, pero queremos poner fin a la violencia en Siria. Estamos de acuerdo en animar a las partes a que se sienten en la mesa de negociaciones", declaró el presidente ruso en una comparecencia con Obama al término de su encuentro bilateral.

Agenda apretada en la cumbre

La cumbre de los países ricos durará apenas 24 horas, pero tiene una agenda muy apretada que incluye debates sobre la economía global, la liberalización comercial, la lucha contra el terrorismo, la transparencia y el combate contra la evasión fiscal.

Este lunes la primera sesión plenaria trató sobre el estado de la economía mundial, que el G-8 coincide en que se encuentra en mejor situación que en la reunión de hace un año en Camp David (EE UU), como destacaron algunos de los participantes.

Según Van Rompuy, la eurozona ha superado "la amenaza existencial" que pendía hace un año sobre la moneda única y la Unión Europea puede asegurar a los países del G-8 que su situación económica ha mejorado desde entonces.

Para los encuentros bilaterales y la cena de trabajo, centrada en política exterior, se ha dejado el conflicto de Siria, recurrente en esta cumbre que se celebra el día en que el diario The Guardian denunció un posible espionaje del Reino Unido durante las reuniones del G20 en 2009 para acometer las negociaciones en situación ventajosa.

Tratado de libre comercio

Poco antes de que comenzase el encuentro, Obama, Cameron y los representantes de la UE, todos ellos sin corbata, anunciaron el inicio oficial en julio próximo de las negociaciones de un tratado de libre comercio entre EEUU y la UE, que podría tardar dos años en concluirse. "Creo que estas negociaciones serán difíciles y que todos vamos a tener sensibilidades que habrá que abordar", apuntó el presidente de Estados Unidos, mientras Cameron habló de "una oportunidad en una generación" para crear "más empleos, precios más bajos y ayuda para las familias trabajadoras".

En esta cumbre, Cameron quiere sacar adelante compromisos contra el fraude y la evasión fiscal, ante el creciente escándalo por las estrategias que utilizan las multinacionales para evitar pagar impuestos en el país en el que operan, a través de paraísos fiscales.

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