Condenan a 2 años y medio a un hombre que se hizo pasar por policía y retuvo a otro para robarle

La Audiencia de Málaga ha condenado a dos años y medio de prisión a un hombre, que se hizo pasar por policía, enseñando una placa; y golpeó a otro, al que puso los grilletes y retuvo durante un tiempo para robarle lo que llevaba. Además, se le impone una medida de libertad vigilada durante cinco años y se le obliga a seguir un tratamiento médico externo y controles toxicológicos.

La Audiencia de Málaga ha condenado a dos años y medio de prisión a un hombre, que se hizo pasar por policía, enseñando una placa; y golpeó a otro, al que puso los grilletes y retuvo durante un tiempo para robarle lo que llevaba. Además, se le impone una medida de libertad vigilada durante cinco años y se le obliga a seguir un tratamiento médico externo y controles toxicológicos.

Los hechos sucedieron en septiembre de 2012. Según se declara probado en la sentencia, el acusado se acercó a la víctima, "mostrándole una placa y documentación aparentemente policial, y le golpeó y engrilletó por la espalda", comunicándole que lo iba a trasladar a la comisaría por supuesta venta de droga, aunque en realidad lo llevó a una calle cercana.

Allí, dice la resolución, a la que ha tenido acceso Europa Press, le sustrajo 25 euros en metálico, un teléfono móvil y una cámara de fotos, objetos que han sido tasados en 240 euros. Una vez le había quitado todo lo de valor, le obligó a que lo llevara a su casa, donde el perjudicado se negó a que abriera la puerta, ya que estaba dentro su familia.

La víctima sufrió lesiones que no necesitaron tratamiento ni dejaron secuelas. El acusado padece un trastorno cognitivo leve causado por la enfermedad de Alzheimer y estaba siendo tratado en un centro de Cáritas desde diciembre de 2007, "habiendo logrado no consumir alcohol". Días antes de los hechos se había marchado de dicho centro y fue detenido en noviembre de 2012.

Para la Sala, los hechos constituyen un delito de robo con violencia e intimidación, en concurso con otro de detención ilegal y con una falta de lesiones. Para el Tribunal, ha sido relevante la declaración del perjudicado, quien explicó con todo detalle desde el momento en el que fue abordado por el acusado hasta que llegaron unos transeúntes y pudo levantarse.

Además, según la sentencia, constan dos fotogramas donde, aunque no son nítidos, "puede apreciarse la cara del acusado", por lo que el Tribunal estima que hay prueba "más que suficiente" para destruir la presunción de inocencia. La Sala aplica la circunstancia que atenúa la pena de padecer una anomalía o alteración psíquica que afecta a su conocimiento.

Además de los dos años y medio de prisión, se le impone una medida de seguridad que consiste en libertad vigilada durante cinco años, en la que se tendrá que someter a control judicial a través de la obligación de seguir un tratamiento médico adecuado a su enfermedad mental y controles de tóxicos, incluido el alcohol. Una vez terminado dicho periodo y según los resultados, la Sala resolverá sobre el cumplimiento de la pena.

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