'Moralejas' se podrá ver en el Olympia, en cinco únicas funciones, entre el 20 y el 23 de junio próximos tras haber estado desde su puesta en escena, hace "un año y medio", en otras ciudades como Madrid, Barcelona, Alicante, Castellón y Jerez. El equipo que hace posible este espectáculo está compuesto por 17 personas, en concreto, siete músicos —cantaores, guitarras, flautista y percusión—, siete bailaores, dos técnicos y una sastre, todos "de primer nivel" y situados en la "elite del flamenco".

José Porcel, valenciano de adopción, ha asegurado, en la rueda de prensa en la que ha presentado esta creación, que estar en Valencia es "muy especial" para él por distintas razones. En primer lugar, después de "cinco años sin estar con la compañía" en esta ciudad "debido a lo difícil que está todo en España y también tras haber actuado en "todos los teatros importantes" y "casas de cultura" de esta tierra con su compañía pero no en el Olympia.

El artista ha afirmado que éste es "un teatro superespecial" para él por ser un enclave que le ha visto "desde chiquitito" y en el que debutó "como profesional". En este sentido, ha comentado que nada más llegar a este recinto, que ha considerado "muy bueno", "lo primero" que ha hecho ha sido "subir al escenario, dar dos o tres zapatazos y ver que sonaba igual". "Yo soy de teatro clásico. He trabajado en todos los sitios pero los teatros clásicos me encantan para el flamenco", ha argumentado.

Porcel ha explicado que 'Moralejas' refleja, por medio de proyecciones, de la coreografía y de la música en directo, la relación y las enseñanzas que recibe un alumno de danza que pregunta a su profesor las inquietudes que tiene y que éste le resuelve por medio de "moralejas". Ésta ha sido, ha resaltado, la manera con la que ha querido rendir tributo a Matín Vargas, su "maestro real" y del que no pudo despedirse cuando falleció, en 2002 por encontrarse trabajando en Alemania.

"El espectáculo se llama 'Moralejas' pero deja claro que es un homenaje a Martín Vargas", ha manifestado el bailaor, que ha definido a su mentor como "un padre" en lo "profesional y personal". A pesar de inspirarse en su maestro, ha precisado que este montaje es una producción propia de su ballet, con "todo original para el espectáculo", en la que "no se hace nada" de él.

"improvisación pura y dura"

Preguntado por las partes más impactantes de este montaje, Porcel ha señalado que "hay varias que sorprenden". Entre ellas, ha citado la pieza que habla de la "igualdad entre el hombre y la mujer", en el que una mujer "sorprende con el baile" al interpretar "un palo de hombre"; el "baile de los chicos", con una bata de cola y castañuelas, y el solo que él interpreta al final, "sólo con los pies".

José Porcel ha detallado sobre esta última parte que se trata de "improvisación pura y dura" en la que aunque sigue "un esquema" previo, se deja "llevar por lo que la música y el estado de ánimo" le hacen sentir en ese momento. "El día que te sale bueno, es lo mejor que te puede pasar", ha aseverado el bailaor, que ha indicado que en la actualidad atraviesa "un momento muy tranquilo" en el que está "disfrutando" y "controlándolo todo".

El intérprete ha apuntado que en su carrera ha seguido la frase de Martín Vargas "no bailes para demostrar, baila para sentir" y ha declarado, en esta línea, que "el flamenco nace del interior, de lo que tú haces sentir. De sus proyectos futuros, ha avanzado que tras su paso por Valencia estará de gira con Plácido Domingo como primer bailarín en Italia, que también actuará en Tel Aviv y que estará en Torrent (Valencia) en noviembre.

"cultura lenta" en valencia

Porcel ha insistido en que bailar en el Olympia le da la oportunidad de estar de nuevo en su "tierra", Valencia, el lugar en el que creció desde los dos años tras trasladarse desde Sevilla con su familia. Ha considerado que la capital valenciana "no tiene que envidiar nada a Barcelona, Madrid o Sevilla", pero ha opinado que en ella "la cultura está lenta".

A este respecto, ha lamentado que los profesionales de la danza tengan que irse fuera para triunfar y ha indicado que "habría que apostar un poco más por los artistas valencianos". El bailaor, que ha avanzado que en "cuatro o cinco años" dejará de bailar al ritmo actual, ha dicho que no descarta, "en un futuro", volver a Valencia "y hacer una compañía aquí".