Los organizadores de la Feria del Libro de Gijón, celebrada entre los pasados 6 y 10 de agosto, han criticado duramente "la falta de apoyo" municipal en lo que se refiere a la infraestructura necesaria para acoger el evento. "Solo dispusimos de unas casetas de madera cedidas por el Teatro Jovellanos", señalan.

A través de una nota de prensa, han hecho público el balance de la feria, que incluyó, según recuerdan, "alrededor de medio centenar de actividades entre presentaciones de libros, firma de autores, recitales poéticos, cuentacuentos y un sinfín más de actividades para los más pequeños configuraron un programa que en esta edición se vio deslucido por una climatología adversa, que originó continuos cambios en la programación".

No obstante, lo que los libreros lamentan "más expresamente es la ausencia de apoyo institucional desde el propio ayuntamiento gijonés, disponiendo sólo para la ocasión de unas casetas de madera, cedidas por el Teatro Jovellanos, sin apenas infraestructura y seguridad para proteger los libros tanto de la climatología como de cualquier otro fenómeno".

Consecuencia de esta situación, apuntan que "varios libreros se encontraron con libros estropeados por la lluvia y el viento. Para ellos, su valoración es mucho más negativa que en la edición anterior dado que la lluvia y el viento descendieron considerablemente el número de visitantes, y, por las ventas en un sector muy vapuleado por diferentes factores sociales y económicos".

El colectivo de libreros denuncia "la falta de voluntad del Consistorio gijonés por consolidar la Feria del Libro y convertirla en cita obligada de autores dentro del circuito nacional de ferias del libro".

A pesar de ello, los libreros reconocen y agradecen el esfuerzo de la ciudadanía gijonesa que, "los días que la lluvia lo permitió, acudieron hasta el Paseo de Begoña, recorriendo las casetas, adquiriendo algunos ejemplares, y participando en las actividad programadas".