El maestro grabador y director del taller galería malagueño Gravura, Francisco Aguilar, será el encargado de clausurar el programa 'Procesos Creativos', una iniciativa novedosa impulsada por el Área de Cultura de la Diputación de Málaga, que se desarrolla en el Centro Cultural Provincial (CCP). El objetivo de esta iniciativa ha sido dar a conocer a través de talleres, las metodologías y los sistemas utilizados por los propios creadores para la producción artística.

Desde el mes de febrero han pasado por estos talleres un total de 95 alumnos, que han recibido clases de la mano de figuras como la prestigiosa fotógrafa Ouka Leele, el director de la compañía 'La Vi e Bel', Emilio Goyanes, del diseñador gráfico, infografista e ilustrador, Antonio Berrocal y de la técnico de luces Patricia Gea, según han señalado desde la Diputación en un comunicado.

Este espacio dedicado a las artes plásticas finalizará su actividad este viernes que será cuando concluya el taller puesto en marcha por el maestro grabador Francisco Aguilar junto a Mariana Martín. El seminario, que comienza este lunes a las 17.00 horas en el Centro Cultural Provincial, introducirá a un total de 15 alumnos en el proceso creativo vinculado al grabado calcográfico, combinando distintas técnicas tradicionales con otras alternativas para la elaboración de la obra gráfica de forma autónoma y personalizada.

Gravura y francisco aguilar

El taller de grabado y ediciones Gravura se crea en Málaga en 1979 bajo la dirección de José Faria, maestro grabador con quien Francisco Aguilar se inicia en el mundo del grabado. Dos años después Francisco Aguilar se hace cargo de la dirección de Gravura, convirtiéndose en un punto de encuentro para los artistas de la ciudad.

Desde el taller, Francisco Aguilar desarrolla una intensa labor docente en torno al grabado calcográfico y dedica a la edición un espacio fundamental en la dinámica del taller, lo que le ha permitido reunir durante todos estos años un importante fondo de obra gráfica de artistas contemporáneos. Además, a partir de 1990, Gravura comienza a funcionar como un lugar de exposiciones dedicado principalmente a la obra sobre papel.