El COORM recuerda que el uso de gafas de sol "de juguete" puede provocar daños oculares en los niños

Expertos calculan que casi 50% de radiación ultravioleta a la que nos vemos expuestos a lo largo de la vida se produce antes de los 18 años
Alumnos, niños, gafas, revisión, oculista
Alumnos, niños, gafas, revisión, oculista
ANGEL CARBONELL/OBRA SOCIAL 'LA CAIXA'/IMO
Alumnos, niños, gafas, revisión, oculista

El Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia (COORM), recuerda que "las lentes de las gafas de sol "de juguete" no bloquean la radiación ultravioleta, ofreciendo, por lo tanto, una falsa sensación de seguridad".

Con el agravante, su añade presidenta, Ana Belén Almaida Planes, "de que, al dilatarse la pupila, contribuyen a que las radiaciones nocivas penetren aún más en el interior del ojo". "Solo unas gafas homologadas y adquiridas en un establecimiento sanitario de óptica con el asesoramiento de un óptico-optometrista garantizan el 100% de protección", ha señalado.

Además, "el ojo del niño resulta más vulnerable que el del adulto por varias razones: antes del primer año de vida, el cristalino, que ejerce de filtro, deja pasar a la retina el 90% de la radiación UVA y el 50% de la UVB, la pupila permanece más dilatada que la de los adultos, la pigmentación del ojo, que actúa como barrera protectora, se va oscureciendo con el paso del tiempo". De ahí que los niños, especialmente los rubios y de ojos claros, "resulten más vulnerables que los adultos".

La consecuencia es que, según los expertos, casi el cincuenta por ciento de la radiación ultravioleta a la que nos vemos expuestos a lo largo de la vida se produce antes de cumplir los 18 años.

Entre los daños que surgen a corto plazo destacan las queratitis o quemaduras solares, que en los más pequeños se manifiestan con síntomas de dolor, fotofobia y enrojecimiento de los ojos. A largo plazo, el daño puede ser más grave, en forma de alteraciones corneales, lesiones degenerativas y quemaduras agudas en la retina, que afectan a la visión de forma permanente.

En diversos estudios se ha relacionado la radiación solar durante la infancia con la aparición de diversas patologías en la edad adulta como las cataratas, primera causa de ceguera reversible en el mundo, la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), primera causa de ceguera irreversible en mayores de 65 años o la pterigión, un crecimiento anormal de tejido sobre la córnea, que produce irritación ocular y sensación de cuerpo extraño.

Gafas de sol de calidad,

La mejor protección

El uso de gafas de sol de calidad durante la infancia, acompañado de otros elementos de protección como las gorras, los sombreros y las viseras, reduce el riesgo de padecer estas patologías, expone el Colegio en comunicado.

"Las gafas de sol infantiles, al igual que las de los adultos, deben estar homologadas y llevar la marca CE como estándar mínimo de calidad. Es preferible no utilizar gafas a llevar las "de juguete", ya que suponen un serio peligro para la salud visual y ocular de los niños", ha señalado Ana Belén Almaida Planes.

La adquisición de las gafas de sol en un establecimiento sanitario de óptica y el asesoramiento de un profesional de la salud visual óptico-optometrista suponen una garantía de que las lentes cumplen todos los parámetros de seguridad y protección.

"Además, las gafas de sol de calidad no necesariamente tienen que ser más caras", ha recordado la presidenta del Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia.

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