Una sentencia judicial ordena que Piedad, una niña de cinco años que lleva tres viviendo con una familia adoptiva en Gran Canaria, vuelva con su madre biológica, de quien se separó a los cinco meses por desamparo.

En ese momento, la niña ingresó en una casa de acogida, donde pasó dos años antes de ser adoptada. La Dirección General de Menores de Canarias considera que la niña debe permanecer con su familia adoptiva, aunque por imperativo legal un técnico fue a recogerla ayer para llevarla con su madre.

Piedad no se encontraba en casa en ese momento.

Los nuevos padres y la Dirección General del Menor han recurrido la decisión de que Piedad vuelva con su madre biológica por el peligro psicológico y físico que corre la niña si es devuelta, ya que las circunstancias de su madre no han cambiado.

Conflicto entre la Justicia y la Dirección General de Menores

Fuentes de Menores detallaron que una disposición judicial del pasado día 4 exigió al titular del departamento, José Luis Arregui, que "recupere de forma inmediata" a la niña para entregársela a la madre natural.

El texto agrega que considerará a Arregui responsable del incumplimiento de la orden y, en ese caso, será "perseguido" porque se considerará que ha cometido los delitos de desobediencia y obstrucción a la Justicia.

Así, dado que ayer se cumplía el plazo, un técnico de Menores acudió a la casa de la niña, pero Piedad no estaba en su casa, sino en la de unos familiares cercanos, según María, nombre supuesto de la madre preadoptiva.

Fuentes judiciales agregaron que, de momento, la jueza declina pronunciarse sobre este caso.

María explicó que en su recurso de apelación ha pedido la nulidad de las actuaciones emprendidas hasta el momento, pero como la Dirección General del Menor ha tenido que romper el contrato de adopción, y asegura que la jueza no la considera representante de la menor, "no es de extrañar" que sea acusada de secuestro, temió.

Con todo, agradeció el apoyo recibido ayer en la manifestación que se celebró en La Orotava, municipio de Tenerife en el que reside, donde recibió "calor" y "comprensión" de varios centenares de personas, aseguró.